Colombia irá a segunda vuelta para elegir su presidente para 2018–2022
Las primeras elecciones a la presidencia de Colombia, luego de firmado el acuerdo de paz con las Farc, no dio un ganador en primera vuelta
Por: Mónica Valdés
· Asociación Mundial de Radios Comunitarias
· @AMARCALC
Las primeras elecciones a la presidencia de Colombia, después de firmado el acuerdo de paz con las Farc, no dio un ganador en primera vuelta. Por tanto, en tres semanas, se disputarán el candidato del Centro Democrático, Iván Duque, quien obtuvo 39 por ciento de la votación con 7’567.448 votos , y el candidato de la coalición Colombia Humana y el movimiento Mais, Gustavo Petro, quien sumó 4’850.549 votos, equivalente a 25 por ciento.
La votación de las fuerzas alternativas sumó casi 10 millones de votos, lo que también significa un alto porcentaje de antiuribismo, un voto de opinión, libre, salvado del voto comprado y amenazado, y un rechazo a la maquinaria política. Si bien buena parte de este legado clientelista se transfirió al uribismo aliado con el partido de la U, Cambio Radical y el liberalismo.
Se redujo la histórica abstención, pues sufragaron poco más de 19 millones 600 mil ciudadanos, un 53 por ciento que representa la mayor participación desde el año 1974; si bien sigue siendo alta (47%) frente a más de 36 millones de personas habilitadas para votar, se incrementó el voto joven y el voto femenino.
Dentro de las fuerzas alternativas, también se destacó el nuevo liderazgo de Sergio Fajardo con 4,5 millones de votos, pisándole muy cerca los talones a Petro con menos de dos puntos porcentuales. En su discurso, Fajardo no adhirió a ningún candidato, pero declaró: “Tenemos muchas heridas, nosotros no queremos más violencia, no podemos reversar, no podemos permitir que la violencia vuelva a marcar nuestras vidas”. Dentro de su coalición se encuentra Jorge Robledo, histórico contradictor de Petro en el Polo Democrático, pero también los parlamentarios del Verde, Inti Asprilla y Jorge Iván Ospina están dispuestos a apoyar y adherir a la Colombia Humana.
Con un 7 por ciento, el candidato Germán Vargas Lleras que fue vicepresidente y ministro del saliente gobierno de Juan Manuel Santos, se quemó frente a todo pronóstico sobre la capacidad de la maquinaria del oficialismo. Buena parte de su electorado se adhirió al candidato de Uribe y también le cobró su propio carácter cuando le dio un golpe (“coscorrón”) a su guardespaldas, sus respuestas desobligantes en una entrevista que intentaba buscarle su lado “más humano”, su ambigüedad en el tema de la paz e incluso la caída del puente de Chirajara en la vía a Villavicencio a quien se le consideraba el ministro de la infraestructura. Sin embargo, cuenta con un millón y medio de votos y podría ser definitivo para favorecer la campaña de Duque.
Otro derrotado fue Humberto De La Calle, el ex negociador de paz del gobierno nacional, con apenas 2 por ciento de la votación a pesar de su carisma y la aceptación de su gestión. Tenía la sombra de un partido tradicional, que además no le votó; incluso obtuvo una cifra menor de votos a la que le dio el triunfo en la consulta liberal. En su discurso, invitó a los ganadores a insistir en la posibilidad de implementar la paz, a “poner a Colombia primero”, a “debatir con altura y altruismo con argumentos y esperanza”. Le recordó a Fajardo que de haber atendido su llamado de alianza cuando aún era posible, otro hubiese sido el resultado.
Consciente de la necesidad de ir por los votos del centro, Petro llamó al pluralismo y quiso disipar los temores de llevar a Colombia hacia un modelo “venezolano”; reiteró que no expropiará a los ricos, pero que adelantará una propuesta de inclusión social que le permita a Colombia salir de su profunda inequidad.
De cualquier forma, a él o a Duque, le estará asegurado un escaño en el Congreso lo que le permitiría liderar un movimiento de oposición a quien sea derrotado. Por primera vez, habrá una mujer vicepresidenta con Martha Lucía Ramírez o Ángela María Robledo.
Duque, que cuenta ya con el voto cristiano y el conservador, agradeció a sus dos grandes apoyos políticos: Álvaro Uribe y Andrés Pastrana y expresó que no quiere “hacer trizas” los acuerdos; se refirió a impulsar una “política de tierras equitativa”, pero con respeto de la propiedad privada y de los “tenedores de buena fe”.
Los analistas ya advierten que en segunda vuelta se acudirá a narrativas del odio y del miedo, mientras otros pronostican que un amplia electorado del centro optará por un proyecto laico, en búsqueda de transformaciones y garantía de derechos, en favor de un gran acuerdo político por la paz todavía sin implementar; otra fracción preferirá el voto en blanco, como se empezó a leer en redes sociales.
Duque ganó en 23 departamentos y Petro lideró en 9 departamentos; no obstante, y sus más de 4,8 millones de votos constituye la cifra más alta alcanzada hasta ahora por un candidato de izquierda, cifra que además cuadruplicó la votación que Petro obtuvo en las presidenciales de 2010. Realizó una campaña en la plaza pública innovadora y masiva de la mano de su fórmula vicepresidencial Angela María Robledo, parlamentaria del Partido Verde con gran capacidad de tejer puentes programáticos en la agenda de paz.
Ante las alertas frente a la posibilidad del fraude electoral, se fortaleció la auditoría al software de la Registraduría y aumentó como nunca antes la acreditación de los testigos electorales de todos los partidos en contienda, tanto en los puestos de votación en Colombia como en el exterior. Si bien la jornada electoral transcurrió con tranquilidad, la noche del sábado 26 de mayo fue asesinado Gabriel Muñoz Muñoz, testigo electoral y coordinador local de la campaña por Colombia Humana en el municipio de La Argentina, Huila.
En esta ocasión, vale destacar las 90 mil tarjetas electorales braille a disposición de las personas con discapacidad visual.
Con el mundial de fútbol ya andando, la segunda vuelta se disputará el próximo 17 de junio. Ojalá no llueva.
