Yo soy tú y tú eres yo: ¿quién es más tonto de los dos?

Juan F. Hernández
Enfermeras y otros animales
4 min readMar 26, 2014

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El título está inspirado en un juego de lógica verbal para niños de mi infancia. Me explico…

Las críticas del Decano

El Decano de una Facultad de Enfermería envía un correo a un alto cargo docente del área de Enfermería de una Universidad privada, en el cual aporta algunas impresiones de cara a la reunión de la Conferencia de Decanos de Enfermería, a la que no podrá asistir. En ella critica la Circular 10/2014 del Consejo General de Enfermería [CGE], en la cual este arremete contra las universidades por pretender cobrar una pasta por los cursos de adaptación al Grado (o sea lo mismo que el CGE venía haciendo; me hice eco de esta circular en mi entrada “La estrategia del calamar”), así como las posiciones políticas del Consejo.

El receptor de la misiva responde al Decano y en su correo afirma que “si además el mensaje sale de quien lleva recaudando dinero durante años a costa de las enfermeras y enfermeros y desde su posición de privilegio (…)”.

Ambos corresponsales envían copia de sus respectivas misivas a decenas de personas, supongo que la gran mayoría decanos de facultades de Enfermería de toda España. Algún chivato (sea de esos que hace años perdieron la decencia o de los que están directamente en nómina) le pasa copia al Gran Timonel de la Enfermería Española, quien sufre uno de sus proverbiales ataques de cólera (como el que le llevó a urgencias tras su última reunión con decanos y rectores en el Ministerio de Sanidad) y decide gastarse la pasta de los colegiados en mandar a unos de sus mindundis a un notario para que este certifique que llega a manos de la Rectora de la mencionada Universidad un escrito en el que le exige, primero, que se desmarque de las afirmaciones de su subordinado y, segundo, si como esperamos no fuera así, le detalle la manera en que va a hacer pagar caro al susodicho Director de Área su osadía al criticarle. Increíble pero cierto.

Pues bien, la Rectora, en vez de mandarle a tomar por saco y, en todo caso, denunciarle por amenazas, violación del secreto de las comunicaciones privadas, etc… ¡le pide disculpas!:

Las disculpas de la Rectora
Las decenas de correos que ha hecho públicos el Gran Timonel

O sea, que cuando los chivatos (¿tal vez los detectives, de nuevo?) del Gran Timonel intervienen dos correos privados y este los difunde rasgándose las vestiduras, incluso sin velar las decenas de direcciones de correo electrónico de personas absolutamente ajenas a la conversación, a la Rectora solo se le ocurre pedir disculpas. De ahí que pregunte en el título de esta entrada, fruto casi más del asombro que de la indignación, quién es más tonto de los dos.

Lo más alucinante no es que el Gran Timonel intente silenciar a quienes, siquiera levemente, osen criticarle, incluso en privado.

Ni lo es tampoco que lo que dicen ambos corresponsales sea tan evidente (el CGE ha estado vendiendo su proyecto Gradua2 utilizando los fondos colegiales y compartiendo negocio con una empresa privada montada ad hoc por amiguetes, seguramente con un abultado retorno eurístico) y demostrable que ni siquiera se atreve a negarlo el CGE: solo exije que no se diga.

Finalmente, tampoco es lo más alucinante que el Gran Timonel amenace por escrito a quienes no le bailan el agua, ya sabemos su gran apego por la democracia y la libertad de expresión.

Circular 40/2012 en la que me trata de hacer callar el Gran Matón (perdón, Timonel)

(Incluso quien esto escribe ha tenido el dudoso honor de ser destinatario exclusivo de una de sus circulares amenazadoras, aunque al final el Gran Timonel no tuvo causa legal o valor político para cumplir sus amenazas de querellarse civil y/o penalmente).

No: lo más alucinante es que la Excelentísima y Magnífica Rectora de la citada Universidad presente sus disculpas por algo que ha escrito en un correo privado un alto cargo docente y que, además, es absolutamente objetivo. ¿Por qué? A saber, quizás algún día lo explique cuando entienda el tremendo ridículo personal e institucional en que ha incurrido.

Respondiendo a la pregunta del título, es evidente quién es el (la) más tonto (tonta). Porque el Gran Timonel es todo, menos tonto. Sí, todo… también eso tan feo que está pensando, querido lector.

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Juan F. Hernández
Enfermeras y otros animales

Sociólogo, comunicador, mirada crítica a las profesiones sanitarias. Autor: “Enfermería frente al espejo”, “Profesiones sanitarias y relaciones de poder”…