Los fundamentos de un futuro sostenible

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EnlightAID

8 min readApr 9, 2020

¿Son algunos ODS más importantes que otros?

Volviendo a mis raíces arquitectónicas, y corriendo el riesgo de sonar medio bíblica, quiero decir algo obvio: todas las construcciones estables necesitan una buena base, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pueden ser la nueva construcción más ambiciosa que el mundo haya emprendido en la última década. Es por eso que creo que deberíamos tener nuestros ojos y nuestra energía enfocados en construir un fundamento sólido si deseamos lograrlos para el 2030.

El camino hacia los objetivos de hoy

Adoptados en 2015 por todos los países que integran las Naciones Unidas, los ODS son “el mejor plan del mundo para construir un mundo mejor para las personas y nuestro planeta para 2030”¹. Son un set exhaustivo de 17 metas orientadas a lograr prosperidad tanto para las personas como para el planeta. Son el resultado de décadas de conocimiento y esfuerzos combinados entre países.

Sin embargo, los ODS no son los únicos objetivos que el mundo se ha fijado para sí mismo. En 1992, más de 178 países adoptaron la Agenda 21², un plan para establecer una asociación mundial para el desarrollo sostenible. Más tarde, en septiembre de 2000, se adoptaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio para reducir la pobreza extrema en 2015³. A medida que pasaron los años, los líderes mundiales se reunieron y acordaron nuevas estrategias, objetivos y formas de alcanzarlos. Algunos de los elementos que vemos en los ODS hoy se discutieron en los pactos anteriores. Poner fin a la pobreza y erradicar el hambre son algunos de los primeros y más predominantes temas tratados en los acuerdos internacionales anteriores. Seguidos de cerca por la sostenibilidad ambiental.

Posteriormente, en enero de 2015, la Asamblea General realizó una negociación internacional para una agenda de desarrollo post-2015, un proceso que terminó con la adopción de lo que hoy conocemos como los ODS. Estos, son 17 objetivos que cubren a cabalidad temas que van más allá de lo que se trató anteriormente. Fijan entre sus metas acabar con la pobreza y el hambre, garantizando el acceso a la atención médica y la educación, la igualdad de género, la paz y la acción climática, por nombrar sólo algunos componentes. Asumen una multiplicidad de factores con el objetivo final de construir un mundo mejor para todos nosotros.

Creo que podemos estar de acuerdo en que acabar con la pobreza y el hambre son de crítica importancia, así como el acceso a viviendas y servicios básicos seguros y asequibles. Temas abordados por los objetivos 1, 2 y 11 respectivamente. Por otra parte, después de incendios forestales masivos en Australia y Brasil, o de leer que para 2050 habrá más plástico que peces en los océanos⁵ e innumerables desastres más. Probablemente todos podamos estar de acuerdo en que es fundamental tomar medidas para contrarrestar el cambio climático, proteger la vida marina y terrestre. Temas cubiertos por los objetivos 13, 14 y 15.

Podría seguir y seguir nombrando cada objetivo individual y algunos de los elementos que considero más importantes dentro de cada uno de ellos, y en caso de que quieran saber, los he enumerado todos al final del artículo para que puedan tener una rápida visión de ellos. Sin embargo, uno de los objetivos tiende a recibir mucha menos atención tanto del público en general como de la misma ONU. Y es precisamente sobre ese mismo sobre el que quiero tomarme el tiempo para escribir: el Objetivo 16.

Un fundamento para los ODS

El Objetivo 16 se llama “Paz, justicia e instituciones sólidas”. Y pareciera ser uno de los menos tangibles. Incluso al presentarlos, la ONU tiende a dejarlo de lado, diciendo que los objetivos “reconocen que poner fin a la pobreza debe ir de la mano con estrategias que desarrollen el crecimiento económico y aborden una gama de necesidades sociales que incluyen educación, salud, igualdad y oportunidades de trabajo, mientras abordamos el cambio climático y trabajamos para preservar nuestros océanos y bosques”⁶. Ni siquiera una mención de la justicia, la paz o las necesarias alianzas para lograr los objetivos.

Sin embargo, creo que es justamente el Objetivo 16 la base sobre la cual todos los demás deben erigirse, para llegar a ser alcanzables. Déjenme explicar por qué. Entre otras cosas, el Objetivo 16 se refiere específicamente a la corrupción. Más precisamente, dentro de su sub-meta de 16.5 dice:

- “Reducir sustancialmente la corrupción y el soborno en todas sus formas”⁷ -

El tema es que considero que esta meta es particularmente importante, ya que pienso que los otros simplemente no pueden sostenerse por sí mismos sin que este tema se resuelva. Piénsenlo de esta manera, podría diseñar el mejor y más eficiente sistema de energía solar. Encajaría perfectamente en el Objetivo 7 — Energía asequible y no contaminante -. Dicho esto, si las personas a cargo de implementar el proyecto malversan fondos o roban parte de los equipos. Esa solución nunca podrá ofrecer resultados positivos.

En aras de la discusión y ahora que probablemente nuestra mayor preocupación es luchar contra el Coronavirus, podríamos hablar sobre un proyecto que aborda el Objetivo 3 — Salud y bienestar — . Permítanme pintar el siguiente escenario, uno de los equipos que trabajan actualmente en el tema, logra desarrollar una vacuna eficaz contra el virus. La vacuna es barata y rápida de producir y distribuir. Sin embargo, al final de la cadena de distribución, el personal que se supone que debe entregarla de forma gratuita a las personas más vulnerables decide hacer dinero rápido y cobrar por ellas. En este escenario la gente simplemente no recibirá el tratamiento y aunque la solución es perfecta, la corrupción elimina cualquier posibilidad de crear el impacto deseado.

Podría sentarme a enumerar ejemplos de manera infinita, pero creo que el punto se entiende: acabar con la corrupción debe ser el primer ítem de la lista de prioridades. Cada año, la ONU publica un informe sobre el progreso realizado hacia el logro de los objetivos. El último, publicado en mayo de 2019⁸, solo habló 3 veces sobre la corrupción. Todas estas menciones se refieren a cosas que los diferentes stakeholders deben hacer para abordar el problema. Como por ejemplo aumentar la transparencia en la provisión de servicios públicos, dar más acceso a la información y potenciar la participación. Pero no se hace mención a logros específicos sobre el tema.

Otro recurso interesante que revisé son las Acciones de Aceleración de los ODS, que son “iniciativas emprendidas voluntariamente para acelerar la implementación de los ODS por parte de los gobiernos y otros actores no estatales, individualmente o en asociación”⁹. Revisé el resumen informativo¹⁰, publicado a fines de febrero de 2020, y descubrí que más del 50% de todas las acciones se llevan a cabo entre Europa y América del Norte. Mientras que el 61% de las acciones que llegan a proponerse, provienen de los países de más altos ingresos y sólo el 5%, de países de menos recursos. Lo que significa que las regiones más vulnerables están lejos de ver suficientes acciones para un desarrollo sostenible efectivo.

Acciones de Aceleración para los ODS — UN¹¹

Con un total de 150 acciones, el Objetivo 16 tiene el mayor número de acciones, las que ascienden a 70. Las revisé y descubrí que la mayoría de las iniciativas abordan múltiples objetivos, lo que significa que no necesariamente apuntan al Objetivo 16 específicamente, pero es más probable que lo cubran como un bonus adicional. Hay muchas acciones interesantes tomadas hacia el establecimiento de paz, el estado de derecho, la igualdad de acceso a un sistema de justicia de calidad, entre otros. Pero el único que encontré que cubre específicamente la corrupción se llama “Monitor Karewa”¹², una plataforma digital que busca “medir y monitorear el gasto público y los procesos de adquisición a nivel municipal. El objetivo principal es promover la transparencia y la rendición de cuentas en el gobierno”¹³. Es una plataforma muy interesante que abarca adquisiciones, arriendos, contratos de servicios y obras públicas para el Municipio de Chihuahua en México. Sin embargo, hasta este punto, solo se puede usar en esa región del país.

¿Cuánto costaría lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

Para agregar otra dimensión de análisis, y dado que particularmente me encantan los números, ¡lo siento para aquellos que los odian! Pensé que sería interesante hablar brevemente sobre el costo de lograr los ODS. “La ONU misma estima que el costo total podría ser de aproximadamente $ 11.5 trillones, incluidos $ 1.4 trillones al año solo para lograr el ODS 1 (terminar con la pobreza para 700 millones de personas)”¹⁴. La pregunta sigue siendo si estas cifras ya consideran el costo de la corrupción. Como escribí en un artículo anterior¹⁵, la ONU estima que el 30% de lo que se asigna a la ayuda humanitaria desaparece como resultado de actos de corrupción¹⁶ ¿Cuántos objetivos más podríamos lograr garantizando que no sólo dos tercios de los recursos lleguen al objetivo final, sino todos ellos?

Creo que iniciativas como el monitor Karewa definitivamente van en la dirección correcta, pero ciertamente necesitamos más de una. Considero que debemos, colectivamente, aprovechar la oportunidad para centrarnos en el Objetivo 16 como un medio para construir una base estable sobre la cual podamos realmente alcanzar un desarrollo sostenible como lo plantean los ODS para el 2030.