¿Por qué transparencia?

¿Y por qué en las donaciones?

Verónica Celis Vergara
EnlightAID
6 min readJun 13, 2020

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Foto de Markus Spiske — Via Unsplash

Esta semana, mi creatividad ha estado un poco baja, por lo que tuve problemas para encontrar un buen tema sobre el que escribir. Decidí ir a una fuente constante de inspiración: TED Talks. Hice una búsqueda rápida sobre corrupción y encontré una lista de 35 charlas. Mientras buscaba algo para ver entre esos títulos, uno en especial me llamó la atención, una charla de Charmian Gooch con el título -Mi deseo: lanzar una nueva era de apertura en los negocios-. La charla me hizo reflexionar sobre algo, les he hablado previamente sobre el problema de la corrupción en las donaciones, sobre lo que podríamos hacer con los recursos perdidos e incluso sobre por qué nosotros, como equipo, comenzamos EnlightAID en primer lugar. Pero caí en cuenta de que en realidad todavía no he escrito sobre por qué elegimos trabajar en dar transparencia a los proyectos de impacto.

Como ya habrás leído, la corrupción existe en todos los países, en todas las industrias, y afecta a más de 6 mil millones de personas en su vida diaria. “Evitar el colapso climático, prevenir conflictos, violencia y persecución. Hay un tema común, una fuerza subyacente detrás de muchos de los problemas que enfrentamos. Corrupción, la forma en que el dinero es robado, lavado y gastado”. Si la corrupción parece siempre estar a nuestro alrededor, ¿por qué centrarse en las donaciones?

La elección y la competencia en la ayuda humanitaria y el impacto ambiental son mucho más limitadas que en los negocios y los ciudadanos que contribuyen con una donación a una ONG o una organización benéfica generalmente no son los que se beneficiarán directamente, o eso es lo que tendemos a pensar. Sin embargo, ¿podemos realmente decir eso? La verdad es que no necesariamente comprendemos las ramificaciones de cada proyecto al que hemos contribuido, y probablemente nunca lo haremos. Hay una película que me gusta usar para ejemplificar este fenómeno cuando me toca a mí dar charlas. En 2009, Cameron Díaz y James Marsden protagonizaron The Box (La Caja), en la película interpretan a una pareja suburbana que lucha por llegar a fin de mes. Un día reciben una caja con una cúpula transparente, dentro de la cúpula, un botón. Al día siguiente, un visitante llega a su puerta y le dice a Norma, el personaje de Cameron, “Si presionas el botón, sucederán dos cosas, primero alguien, en algún lugar del mundo, a quien no conoces, morirá. En segundo lugar, recibirás un pago de un millón de dólares. Tienes 24 horas”-.

Lo sé, es una elección dramática, pero tenme paciencia, es una película de Hollywood después de todo. La pareja tiene dificultades para tomar una decisión, ya que necesitan el dinero y la premisa es que la muerte del extraño realmente no afectaría sus vidas en lo absoluto. Eventualmente, eligen presionar el botón, dando inicio a una cadena de eventos que definitivamente los toca a ambos. No te daré más detalles en caso de que quieras ver la película, yo definitivamente la disfruté cuando la vi en 2009. Pero ¿por qué te cuento esta historia? Bueno, aunque podemos pensar que ciertas elecciones no nos afectan porque involucran a personas que no conocemos en lugares que no podemos ver, sí lo hacen. Creo que hay dos ejemplos muy claros sobre los que puedo escribir para ejemplificar cómo, de hecho, estamos afectados por estas cosas que suceden en lo que parecen ser lugares lejanos.

El primero, proteger la selva tropical. Incluso si no hemos estado, o nunca podremos visitar Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Surinam, Guyana o la Guayana Francesa, los países en los que se encuentra la selva amazónica, la mayoría de nosotros entendemos que los efectos de su la destrucción se sentirá en todo el mundo. Mientras que los impactos negativos como la erosión del suelo, las inundaciones, la pérdida de hábitat y la biodiversidad pueden verse como problemas locales. El cambio climático, el aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y la alteración de la cantidad de agua en la atmósfera son problemas que tienen un profundo impacto en la tierra. Incluso si estás en el lado opuesto del planeta, la destrucción de la selva tropical te afecta personalmente. El segundo sería proteger el océano, esa gran masa de agua azul que rodea cada continente. Incluso en el que estás mientras lees estas líneas. El océano regula el clima de la tierra, es el hogar de muchas especies y produce más de la mitad del oxígeno que respiramos. La degradación del medio marino nos afecta a todos.

Tal vez pienses que hay ciertas iniciativas de ayuda social dirigidas a personas que no conoces y que probablemente no tendrán un efecto en ti. Brindar educación a un niño en un campo de refugiados lejano también podría caer en un conjunto de circunstancias similares a las de la película. Presionas el botón y se educará a un niño que no conoces. Probablemente todos saltaríamos a apretar el botón, y lo cierto es que nunca sabremos qué fue de ese niño, pero es posible que se convierta en el próximo Elon Musk, la nueva Malala Yousafzai o la futura Greta Thunberg. ¿No valdría la pena presionar el botón? Saber que va a haber un buen resultado ciertamente lo facilitaría. La verdad es que, ya sea que seas el receptor de ayuda o un donante, su impacto nos afecta a todos. Lo sepamos o no.

¡Menos anonimato y más transparencia!

Como mencioné anteriormente, la elección y la competencia en la ayuda humanitaria es mucho más limitada, lo que reduce la posibilidad de autorregulación de los diversos mercados en los que opera, creando así espacios para la malversación de fondos, entre otras malas prácticas. Como puedes imaginar, la ayuda humanitaria tiende a inyectar dinero y otros recursos en economías que no necesariamente tienen herramientas o los incentivos para que estos recursos se utilicen correctamente. El anonimato empeora las cosas, Charmian Gooch lo explicó muy bien en su charla TED. Ella habla de empresas anónimas. Puedes pensar que esto es muy diferente a las ONGs u otro tipo de organizaciones benéficas. Pero las organizaciones de ayuda nunca están solas en terreno. Colaboran con empresas locales e internacionales, junto con otras entidades. Las compañías anónimas son parte de esta relación y están “haciendo que sea difícil y a veces imposible descubrir a los seres humanos reales responsables de crímenes realmente terribles”, en su charla habla sobre un caso que en el trabajó, en la República Democrática del Congo, “Donde expusimos cómo los acuerdos secretos que involucraban a compañías anónimas habían privado a los ciudadanos de uno de los países más pobres del planeta de más de mil millones de dólares. Eso es el doble del presupuesto de salud y educación del país combinado”. Estas tácticas se han utilizado durante décadas para privar a los ciudadanos de sociedades ricas, pobres y todo lo que está entre medio, de lo que es nuestro.

No puedo decir que el secreto debe desaparecer en todos los sectores. Los países usan el secreto para protegerse de ataques extranjeros, las compañías usan el secreto para proteger la propiedad intelectual. Pero en un momento en el que tenemos tanta información abierta, ¿por qué deberían permanecer ocultos datos como dónde se usaron los fondos que donamos? ¿Por qué debería continuar terminando en paraísos fiscales, en los bolsillos de funcionarios corruptos o siendo utilizado para apoyar actividades criminales? Incluso si estamos seguros de que nunca sabremos los buenos resultados que nuestras donaciones pueden facilitar, ¿no nos gustaría darles la mejor oportunidad de lograrlo? Para mí, es aquí donde entra la transparencia. La transparencia es la herramienta para garantizar que las donaciones de todos nosotros tengan la mejor oportunidad de ser utilizadas según lo previsto, para mejorar vidas.

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Verónica Celis Vergara
EnlightAID

Architect, dreamer and social entrepreneur. Founder and CEO of EnlightAID.org, and a proud #WomanInTech.