Los No lugares

Espacios de transitoriedad y anonimato

Anyul Rivas
Ensayos fotográficos

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La debacle de la modernidad ha presenciado múltiples manifestaciones de su agonía. En ellas se ve desmentido el ideal de la objetividad y el fracaso del positivismo de las ciencias para describir la realidad como un todo. Entre estas manifestaciones, la sobremodernidad irrumpe como la saturación de acontecimientos con carácter de historia y la superabundancia de lugares que marcan esa historia, aunado a la pretensión de la individualidad del consumo de la información.

Estos lugares, a los cuales Pierre Nora denomina Lieux de mémoire, lugares de memoria, son espacios físicos en los cuales se establece una relación entre el individuo y el ambiente de manera significativa. Se caracterizan porque tienen valor histórico colectivo y a la vez otorgan identidad individual. Esta superabundancia de lugares de identidad buscan otorgar una sensación de sentido y pertenencia en medio de la vida acelerada de la que somos testigos en nuestra sociedad.

A su vez, y de manera sucinta, proliferan una serie de espacios y lugares de transición entre estos lugares de identidad de la memoria colectiva. Son espacios para el tránsito acelerado de las personas en un ámbito de despersonalización y anonimato. A tales espacios se les denomina “no lugares”.

Para Marc Augé, los no lugares se manifiestan como epifenómenos de la proliferación de lugares en relación de antinomia. Son entornos físicos que permiten el desplazamiento entre un lugar y otro, de manera a veces inconsciente y regida por relaciones sociales artificiales. Los no lugares revelan la relación espectral entre el individuo transitorio, anónimo y los lugares impasibles y permanentes.

De esta manera, los no lugares anuncian la soledad intrínseca del ser humano en su interacción con su entorno. Se revelan a sí mismas emulando las heterotopías de Foucault, como espacios de otredad, ni aquí ni allá, que sólo tienen sentido en relación de dependencia con los denominados lugares históricos. La clásica imagen de Mersault, a quien Albert Camus, describe como un individuo en su indiferencia con la realidad por resultarle absurda e inabordable. El progreso tecnológico le ha privado de la participación en decisiones colectivas y le ha convertido en un extranjero dentro de lo que debería ser su propio entorno. Los no lugares, a su vez, revelan la ironía de entornos multitudinarios como espacios vacíos que destilan ausencia.

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Anyul Rivas
Ensayos fotográficos

Theology & Philosophy student, Enterprise Web apps Developer, Photographer. Google Samurai. Post-theist. Photographer, essayist.