Autofact en Perú: El primer proceso de internacionalización

Kevin Kelly
Equipo Autofact
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4 min readNov 8, 2016
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Es llamativo el concepto de start-up. Si bien empresarialmente es un término que busca abarcar a aquellas organizaciones con ideas y desarrollos innovadores desde su concepción, es muy común caer en el facilísimo de asociarlo a “pocos recursos”, “desorden”, “objetivos no muy claros” y otros calificativos varios. Si hilamos fino, gran parte de las veces este tipo de denominaciones tienden a ser verdad en empresas emergentes, pero también se puede cometer el grave error de obviar una parte importante de ellas, que es el potencial y capital humano que pueden llegar a tener.

Es probable que para el promedio de la gente, Autofact no genere mucho ruido. Si tenemos suerte, quizás aparece uno que otro “ahhh sí, algo he escuchado” o un “alguien me comentó que existía algo así”. Bueno, tampoco hay que echarse a morir, ya que esto no le ha impedido a Autofact ser la empresa líder y pionera en su rubro en tres países distintos.

Pero, a aquellos que no conocen mucho, ¿qué decirles? Si nos enfocamos sólo en Chile — o la Casa Matriz como me gusta llamarle — estamos hablando de más de 70 empresas del rubro automotriz y casi 8.000 personas que son atendidas mes a mes, lo que hace a Autofact la empresa de información automotriz y tecnología más importante del mercado, por lo que cuando hace un par de años se me ofreció el desafío de ser el encargado de la internacionalización de Autofact a Perú, que sería la primera para la empresa, sabía que el famoso concepto de start-up ya era bastante lejano. Eran desafíos y objetivos dignos de una organización grande.

Habiendo tenido una experiencia laboral previa en Perú, ya poseía nociones importantes sobre la idiosincrasia peruana. Y sí, son mundos muy distintos. Pero, al estar el mercado automotriz muy influenciado por el chileno — los principales actores son empresas chilenas -, se podría pensar en tener éxito en ese país. Era el siguiente paso natural para Autofact.

Si tomamos en consideración los resultados obtenidos por Autofact en Chile, no cabe duda que el modelo de negocios ha sido exitoso y que, por ende, podría ser replicable. Es ahí donde muchas empresas fallan al momento de internacionalizarse: asumir que el mismo modelo tendrá los mismos resultados en otros lugares. Craso error. Puede haber más o menos diferencias, pero siempre hay que dar por hecho de que las habrá. Esto mismo hay que llevarlo al plano del modelo de negocios. Variará más o menos, pero variará. Debe variar. Lo importante es nunca perder el foco; el por qué hacemos lo que hacemos.

Pero vayamos contextualizando sobre la operación de Autofact en Perú. Actualmente, los principales concesionarios de las marcas más vendidas de vehículos en Lima (donde se encuentra el 65% del parque automotor total del país) ya confían en nuestros servicios. Esto mismo, lo hemos estado replicando en un sitio abierto a todo público, Autofact Pe. Lo anterior, también nos ha llevado a expandir y proyectar nuestros servicios a provincia, habiendo ya tenido implementaciones exitosas en grandes ciudades como Arequipa.

Sé que pueden salir a la luz varias dudas: ¿En qué varió el modelo de negocios? ¿Qué estrategia se ha tomado en Perú? ¿Qué tan distinto es el consumidor y mercado en relación al chileno? ¿Qué se espera de la “Operación Perú” a futuro? Todas estas preguntas merecen su artículo aparte, por lo que ya habrá oportunidad para explayarme sobre acciones realizadas, experiencias vividas y resultados esperados. Pero donde sí quisiera detenerme un poco, es en dos aspectos que Autofact posee y que ha sabido aprovechar a cabalidad para llevar a cabo el proceso de internacionalización; aspectos que desde mi punto de vista toda empresa debe tener en consideración si decide partir con un desafío así:

1. Foco y objetivos: Ya se ha mencionado la importancia que ha sido para Autofact tener claridad de lo que hace y por qué lo hace. Puede cambiar el modelo de negocios. Pueden cambiar los intérpretes. Se puede fallar. Se puede tener éxito. Lo importante es siempre tener claridad del objetivo.

2. Capital humano: Para mí, el principal activo de nuestra empresa. El equipo de trabajo que se ha formado en Autofact es valiosísimo, tanto desde el punto de vista profesional como humano. Para desafíos y proyectos importantes es fundamental sentirse parte de un equipo donde sabes que todos reman para el mismo lado, y eso en Autofact es algo que se vive día a día.

La idea de este artículo no es ser un manual de internacionalización ni mucho menos, ya que eso sería muy arrogante de mi parte. El desafío nunca termina y el aprendizaje se vive día a día. Pero lo que sí podría mencionar con cierta autoridad, es que cualquier llamada start-up puede y debe pensar en grande. Autofact es el ejemplo perfecto de ello.

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