El mercado de los autos usados en Chile: el problema de la asimetría de información y las soluciones como Autofact

Adolfo Valderrama
Equipo Autofact
Published in
3 min readMay 24, 2017

En la literatura clásica económica George Akerlof tiene un famoso trabajo del año 1970, titulado The Market for Lemons; en este estudio describe un problema central en el mercado de autos usados: la asimetría de Información entre compradores y vendedores.

A modo de ejemplo ilustrativo, se supone que existen autos usados “Buenos” y autos usados “Malos”. Esta diferencia se origina en los diversos usos que le dan los dueños a sus autos; pues, como sabemos, la diferencia de uso afecta directamente la calidad del automóvil, y por consiguiente a su valor.

Por ejemplo, un comprador está buscando un sedán cualquiera. El primer paso, es por tanto entrar a un sitio web de anuncios de usados para ojear las primeras ofertas. Encuentra dos autos que realmente le gustan. A nivel de precio y prestaciones, están muy parejos. La diferencia entre uno y otro es que el primero fue usado como taxi y posteriormente pintado de otro color para ser vendido, y el segundo perteneció a un jubilado que lo utilizaba solamente los domingos.

Así pues, existiendo está diferencia en la calidad de los vehículos, el problema radica en la distinta información que tienen los participantes. Es natural que los dueños de los vehículos conozcan detalladamente las dificultades que presentan sus autos para ser vendidos, caso contrario para el comprador: éste cuenta con información significativamente menor, ya que no puede percibir la diferencia de calidad entre los automóviles disponibles en el mercado.

El comprador, al no poder diferenciar la calidad del vehículo que está observando, no sabe con exactitud si valorar el vehículo como “Bueno” o “Malo”, resolviendo asumir un promedio ponderado de los precios de los autos “Buenos” y “Malos”.

Dado que este precio ponderado no refleja el verdadero valor de los autos “Buenos”, los dueños de estos tipos de autos, lentamente empiezan ser empujados fuera del mercado de vehículos usados libre, dejando solamente a la venta libre los vehículos “Malos”, por lo que, a largo plazo, el precio de transacción del mercado de autos usados será igual al precio de los autos usados “Malos”.

Los dueños de autos usados “Buenos”, desmotivados por los precios de venta del mercado libre, buscarán otros canales de ventas que logren “señalizar” que la calidad de estos autos es mayor al promedio (y por lo tanto mayor valor), ejemplos de estos métodos son garantías, concesionarios, compraventeros o simplemente vender a familiares, amigos o conocidos.

Este, pues, es el problema principal descrito por Akerlof, que más tarde, gracias a este trabajo entre otras cosas, ganaría el Nobel de Economía el 2001, por sus aportes en el conocimiento de la Asimetría de información.

Dada la época del trabajo (1970), resulta acorde al contexto que las posibles soluciones no pasaran por las Herramientas Tecnológicas de información, es decir; desarrollos tecnológicos que brinden información específica tanto a compradores como a vendedores de autos usados.

Es de este modo que nacen alternativas como Autofact que, dado a un continuo trabajo de obtención, depuración, filtro y manejo de la información relativa a los vehículos, la asimetrías de información en el mercado de los autos usados han disminuido considerablemente.

Así, actualmente, el ejemplo como el comentado más arriba, se vería fácilmente descubierto con el Informe Autofact, cuyo contenido revelaría el pasado anterior de los dos vehículos y daría una idea sobre su uso (y por tanto, estado mecánico), muy cercano a la realidad.

Finalmente, lo que estamos consiguiendo actualmente gracias a empresas como Autofact, es ayudar a compradores y vendedores a recibir un precio justo al transferir sus vehículos, reduciendo los riesgos asociados, transformado los autos usados a autos seguros, y dejando en descubierto los autos “Malos” y los autos “Buenos”, para que el comprador decida libremente y con información si prefiere uno y otro, y pague además el precio más justo por ellos.

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