Perspectiva

Angel Medinilla
Errando Ando
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2 min readSep 21, 2018

Hoy Facebook me regala uno de esos mementos – hace un año. Al parecer, hoy justo hace un año salía temprano de un hotel de Madrid con destino a Varsovia, arrancando así la temporada post-estival, la más intensa del año en mi trabajo. Generalmente, entre Septiembre y Noviembre las empresas liquidan lo que les queda de presupuesto de formación y consultoría – Julio, Agosto y Diciembre son meses bajos, y hace que la segunda mitad del año se concentre muchísimo. Aquel viaje me llevó de Madrid y Varsovia a Colombia, Perú, Chile, El Salvador, Barcelona, Argentina… Ese viaje también me bajo a los infiernos, me recordó a que sabe el cielo y me terminó de situar en el camino en el que me encuentro hoy.

Eran tiempos difíciles, los que más: mi vida se había venido abajo en formas que no podía ni comprender en aquel momento. Varios años de espiral descendente y una puñado de decisiones emocionales y atropelladas me llevaron a apostarlo todo al rojo… Y salió negro. Es duro estar hundido, desolado, y tener que salir a la palestra o al escenario, poner la cara de payaso, hacer reír al público. El show debe continuar. Aprieta los dientes, Ángel, y p’alante.

Son muchos los días que he sacado a base de voluntad, a base de apretar la mandíbula y forjar la sonrisa. Son días de prestado, pides al cuerpo una energía que no tienes, el cuerpo la toma prestada del alma, al final pagas el préstamo y los intereses.

Pero hoy miro esta foto con otra perspectiva: a pesar de encontrarme mal, cansado o perdido, no estoy tan mal como entonces. He mejorado. Hay progreso. Otra forma de mirarlo es que, antes de aquel momento, fueron muchos otros los que pensé que había tocado fondo, y el fondo se me reveló eterno, infinito… Hoy me doy cuenta que, en el peor de mis momentos, ni me he acercado a los infiernos que la existencia podría hacerme atravesar.

Y das gracias. Por aprender, por mejorar… Por la perspectiva. Porque la vida aprieta pero no ahoga. Porque no hay luz sin oscuridad, por apreciar mucho más las pequeñas felicidades de todos los días, si no aun la gran felicidad a la que todo aspiramos. Por hacerte más fuerte. Porque no sabes cómo vendrán las cosas mañana, pero te das cuenta de que todo lo que puedes hacer, todo lo que importa, es trabajarte y construirte tú mismo.

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Angel Medinilla
Errando Ando

Founder & Head Consultant at Improvement 21. Agile trainer and consultant. Author, 'Agile Management' and 'Agile Kaizen'. Public speaker.