Que feliz es uno con tan poco

REEUUUU!

¿Que hace falta para sel feliz? Puedes hacer mil veces esa pregunta y te encontrarás con mil y una respuestas diferentes, y es que cada uno es un mundo. Algunos te dirán que son felices, que no necesitan nada más, yo pensaba eso mismo, pero ni de lejos estaba en lo cierto.

Qué es en realidad la felicidad, que es abstracto lo sabemos todos. ¿Cómo podemos alcanzarla? Bueno eso es más difícil incluso, incontables filósofos se han enfrentado a esta pregunta y pocos o ninguno han salido airosos. Tampoco voy a escribir en dos lineas ahora lo que es la felicidad, pero en mi simpleza, y es que soy un simple, me atrevo a decir que la felicidad es eso que siento cuando doy todo mi ser en algo.

Cierto es que en nuestros días es muy difícil encontrar la constancia, la fuerza y la paciencia para trabajar en nuestros sueños el tiempo suficiente. Miremos a donde miremos vemos que no son los más constantes los que triunfan, ni los más dedicados, ni los más fuertes… La codicia ha convertido nuestra sociedad en un campo de batalla donde todo vale, y donde la victoria se reserva a los dispuestos a traicionar incluso a su propia madre.

Pero… ¿Acaso la felicidad va ligada a la victoria? NO, el ser humano por naturaleza vive en una continua búsqueda, siempre estableciendo nuevas metas, ya puedes subir el Everest que en el mismo instante en que pises su cima ya pensaras en la siguiente. Dejemos la victoria para los codiciosos y quedémonos nosotros con la tranquilidad de entregarnos de corazón en todo lo que hagamos, sin esperar victoria y reconocimiento.

No se trata de desinterés, se trata de amar y de sentir cada instante que dedicamos a trabajar en nuestros sueños, sean o no una gilipollez. No necesitas luchar por el primer puesto del Marathon des Sables, se puede ser feliz luchando por tus primeros 10km, ya llegarán las ultratrails, si es que llegan algún día.

He conseguido alguna que otra cosa a lo largo de los años, unas mas importantes que otras. Pero por muy grandes que sean estos logros pocas cosas me hacen tan feliz como escalar. No he conseguido nada fuera de lo mediocre escalando, algunos chavales con 8 años me dejan en ridículo, pero miras atrás y ves como luchando y dándolo todo llegas a ser aquello que algún día soñaste, o por lo menos vives intentándolo.

Así es, gasto mi tiempo en la montaña, y no hay en mi vida nada que me haga más feliz que la simpleza de llegar a la cadena y decir REEUUU!

Gracias a todos los que compartís vuestro tiempo conmigo y me aguantáis mientras mato las vías a pegues, por fáciles que sean.