¿Qué pasa cuando convertimos a otro ser humano en una cosa?

Jesus Mauricio Lopez Benitez
Escalera De Caracol.
3 min readOct 3, 2016

“Aquel que mata a un inocente condena al mundo entero”-Corán-

En una tarde de mayo, o quizás de abril, en aquellos campos donde sólo se sembraban ilusiones y cadáveres, aquellos lugares donde el único paisaje constante era el humo gris de aquellos que alguna vez fueron seres sonrientes. En esos días de alta primavera, donde el reverdecimiento del pasto era un recuerdo lejano para los habitantes del campo Mauthausen-Gusen, el palacio del Dr. Aribel Heim, un día como muchos otros en aquel monótono y lúgubre lugar el Dr. Decidió llamar a un grupo de presos “especiales”, jóvenes judíos notables entre sus camaradas presos, eran un grupo de gente sana.
Tras formar a sus invitados en una penosa fila de gente que a duras penas podía mantenerse en pie, el doctor decidió tomarse un tiempo para observar detenidamente a sus huéspedes, se paseaba entre los presos, examinando, meditando y volviendo a examinar. Los miraba con detenimiento buscando algo, algún deseo o un capricho de su alma, inspeccionó sus huesos y su hechura, sus cabezas y les pidió que sonrieran, buscaba un patrón una simetría algo especial y m, cuando al final lo encontró dijo: “ustedes dos no se preocupen amigos, dentro de poco los vamos a curar y podrán regresar con sus familias”.
La realidad es que no iban a regresar, después de seleccionar a dos de los reos los metió al quirófano donde jamás habrían de despertar. Aquello que el Dr. Heim meticulosamente seleccionaba era el cráneo más bello para decorar su escritorio. Esté, como muchos otros es un ejemplo de algo que está quebrado en la conciencia humana, una ideación fétida desde su concepción que culmina su camino en su propio origen.
Como la mítica serpiente que muerde su cola así es el circuito de la ideación de la violencia, la cual, comienza ideando al otro, con todas sus posibilidades de ser y existencia en una cosa. Pareciera que la conciencia sabe que no debe matar a su igual, así que primero para justificar sus acciones da inicio a este círculo y esta operación culmina con su materialización con el convertir al otro en un objeto un cadáver inerte o en el caso de los pacientes del Dr. Muerte convirtiendo a un ser humano en un pisapapeles.
Al iniciar este ciclo algo muere en la conciencia de la humana, el ciclo de alteridad se frena, se irrumpe la dialéctica, la cual florece con la contraposición la síntesis; es cierto, este no siempre es un proceso simple y muchas veces la síntesis surge del conflicto, pero al negar al otro como un ser, como una conciencia, como un igual, ese el origen de la tragedia humana y en ese proceso de convertir conciencias en cosas se escapa una parte de nuestra humanidad dejando atrás un mundo llenos de cadáveres sin espíritu.
J.L. Benítez

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