Persiguen a Pep Breslin tras su performance en Tucumán

Caza de brujas. Pep Breslin llevó a cabo una performance en Tucumán, frente a la Catedral de la ciudad, simulando un aborto. Su actuación fue repudiada por sectores conservadores y religiosos de la sociedad que empezaron a denunciarla y perseguirla.

Uno de los tantos escraches que sufrió durante la semana Pep Breslin.[/caption]

Escrachada. Feminazi. Blasfema. Agravio. Indignación. Tristeza. Diabólico. Estos son algunos de los términos que en esta semana tuvo que leer y escuchar Pep Breslin y quienes seguimos su caso. Aun hoy, en 2017, la caza de brujas sigue vigente. Parece haberse ampliado a nuestro siglo y no haberse detenido en la Edad Media.

La protagonista de esta persecución fue quien –durante los actos del Día de la Mujer– llevó a cabo una performance junto a otras compañeras en Tucumán. Frente a la Catedral de esa ciudad, simuló un aborto vestida como la Virgen María, lo que causó el horror en los sectores más retrogradas de una de las provincias más conservadoras del país.

Desde entonces no solo recibió una serie de denuncias, entre las que se encuentra una presentada frente al Inadi, sino que se crearon diversos grupos para escracharla (Denunciemos a Pep Breslin), acusando a las compañeras feministas de, entre otras cosas, ser “terroristas que insultaron la fe”.

Pep Breslin tuvo que cerrar su perfil en las redes sociales y en estos grupos (violentos) conservadores y religiosos se pedía su destitución al cargo de psicóloga de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia de Tucumán.

Hoy está recluida, alejada de su vida habitual, esperando que la caza de brujas termine de una vez y para siempre.

Uno de los grupos de denuncia contra Pep Breslin en Facebook.