Logroño: el extraño caso del polígono inaccesible
Existe un polígono industrial a menos de 3 km del centro de una ciudad, pero al que no se puede llegar a pie, ni en bicicleta. Al menos, no en condiciones aceptables. Se trata del Polígono Cantabria, cercano a Logroño pero al otro lado del río Ebro, y con una afluencia diaria de casi 3.300 personas, según el PMUS.
Quizá les resulte un caso ajeno, pero hay muchos casos como este: polos de interés cercanos físicamente, pero aislados por mala planificación de los accesos. Es una pena: es un problema realmente fácil y barato de solucionar, si de verdad alguien quisiera arreglarlo.
Queridas administraciones: cuando planeéis accesos a cualquier tipo de infraestructura, tened la bondad de acordaros de los peatones y los ciclistas. Existimos.
[caption id=”attachment_957" align=”alignnone” width=”960"]
Los itinerarios propuestos por Google Maps. Imagen copyright de Google.[/caption]
Si uno quiere ir del Ayuntamiento de Logroño al Polígono de Cantabria, el principal escollo a salvar es el río Ebro, que en Logroño se puede cruzar a través de cuatro puentes y una pasarela peatonal. Google Maps indica que hay 5 minutos y 2,8 kilómetros en coche. Pero a pie hay 45 minutos y 3,5 kilómetros: hay que dar un rodeo de 700 metros para evitar la autovía. Y en bicicleta, aunque teóricamente se podría, hay que elegir entre circular por el arcén de una autovía o por una carretera regional sin arcenes.
En cualquier otro recorrido, 3 kilómetros podrían hacerse a pie en unos 40 minutos y en bici en menos de 20. Pero ninguna de las rutas al Polígono permiten caminar ni ir en bici con seguridad. Y esto es así por mala planificación o dejadez de varias autoridades, el Ayuntamiento de Logroño, la Comunidad Autónoma de La Rioja y el Ministerio de Fomento, titulares de las distintas vías, que no han sido capaces de encontrar una solución a los desplazamientos a este destino.
Volvamos al recorrido. La entrada es larga: disculpen ustedes la extensión, pero nos parece necesaria.
La autovía más corta de España
El camino más corto de Logroño al Pol. Cantabria es la autovía A-13, posiblemente la autovía más corta de España, titularidad del Ministerio de Fomento. Mide solo 4 km y enlaza la circunvalación LO-20 con la N-111 en dirección a Viana y Oyón, cruzando el Ebro. Se construyó hace más de 20 años, y en aquel momento el MOPU -o como se llamara entonces el ministerio- no previó accesos para peatones ni ciclistas. Se ve que caminar ya era de pobres por entonces.
Aunque los ciclistas pueden circular con casco por esta vía, no es cómodo ni seguro ir en bici por el arcén de una autovía. Al menos a nosotros nos da miedo. Aún así, acompañados por coches y camiones a 100 Km/h, es posible ver ciclistas jugándose el tipo.
Los peatones ni siquiera pueden ir legalmente por esta ruta, pero muchos lo hacen de todas formas: existen caminos improvisados al margen, incluso sobre el talud lateral, que comunican parques y calles con la autovía o que la acompañan fuera de los guardarraíles. El puente sobre el Ebro dispone de unas aceritas “caminables”, que no peatonales -no cumplen normativa- que al menos evitan a los caminantes el uso del arcén.
[caption id=”attachment_960" align=”alignnone” width=”1599"]
Las aceras del puente sobre el Ebro en la A-13. Imagen de Google Maps, copyright de Google.[/caption]
El Ministerio de Fomento no parece tener ni siquiera conciencia de que a diario usan este puente peatones y ciclistas, y que sepamos no ha manifestado ningún interés en adecuar siquiera las aceras del puente. No sabemos cuál sería el presupuesto de esa obra, pero no creemos que fuera una cantidad muy elevada. Desde luego, muy por debajo de los 14 millones que se está gastando este mismo organismo en el enlace de la autovía A-12 con la misma LO-20, pocos kilómetros al Este de la A-13, y que incluye un nuevo puente sobre el Ebro. Un puente entero, nuevo; para eso sí hay dinero.
Y si no puede o quiere uno ir por la autovía, ha de cruzar el Puente de Piedra de Logroño y seguir por la antigua carretera de Mendavia, la LR-131, que luego continúa en Navarra como NA-134.
La carretera sin arcenes
La carretera de Mendavia, LR-131, es titularidad de la Comunidad Autónoma de La Rioja y mide menos de 7 km. Transcurre al lado del Ebro y es muy agradable hacerla a pie o en bici… En el tramo por el que pasa el Camino de Santiago, como denuncia en Facebook la gente de Al curro en bici: luego, ni siquiera tiene arcenes.
[caption id=”attachment_962" align=”alignnone” width=”1599"]
LR-131 en su tramo urbano junto al Puente de Piedra de Logroño. Imagen de Google Maps, copyright de Google.[/caption]
[caption id=”attachment_963" align=”alignnone” width=”2048"]
Terminado el tramo del Camino de Santiago, la LR-131 carece de arcén. Imagen de Al curro en bici.[/caption]
En verano de 2014 se reforzó el firme de esta carretera, con una inversión de 166.000 euros, pero no se ampliaron los arcenes existentes. Quizá se deba a que está previsto, al menos sobre el papel del Plan de Infraestructuras de Logroño, la conexión de las avenidas Sonsierra -en El Campillo, al norte- y Mendavia, con “especial atención a la conexión con el Camino de Santiago”.
La redacción del resumen en el Plan es preocupante: quieren ampliar capacidad viaria con dos carriles por sentido, pero aunque se prevén aceras, no parecen tener en cuenta ninguna infraestructura ni previsión para bicicletas. Y tampoco se sabe con certeza cuándo se podrá ejecutar, aunque hay una previsión para 2019.
[caption id=”attachment_967" align=”alignnone” width=”887"]
Plan de Infraestructuras de Logroño 2012–2025[/caption]
Si se prevé conexión con el hipotético quinto puente que prolongaría la Calle San Millán, también previsto en el Plan, pero es probable que no lo veamos nunca. El proyecto constructivo es de 2004 y ahí sigue, metido en un cajón. Está presupuestado en 5,2 millones de euros. La previsión de ejecución del quinto puente en el Plan de Infraestructuras es para 2022, y eso si se hace.
[caption id=”attachment_968" align=”alignnone” width=”901"]
Previsión de quinto puente sobre el Ebro en Logroño, según el Plan de Infraestructuras[/caption]
Habría sido posible incluir un arcén más amplio en la LR-131, a la vista de que esta obra no tiene fecha, pero la Comunidad ha preferido no hacerlo. Si se cumple la previsión del Ayuntamiento, la LR-131 tendrá aceras a partir de 2019, así que nos quedan al menos 5 años de espera.
Acceso en transporte público
También es posible llegar en autobús: la línea 7 va del barrio de El Arco, al extremo oeste de la ciudad, hasta el Polígono. Los días laborables solo hay 7 autobuses en cada sentido. Es probable que estos horarios no sean perfectos para ir a trabajar, ni el autobús la forma más cómoda de llegar, pero la posibilidad por lo menos existe y se han intentado adecuar a las necesidades de los trabajadores, que no es poco.
[caption id=”attachment_969" align=”alignnone” width=”657"]
Mapa de la línea 7 de autobuses de Logroño[/caption]
[caption id=”attachment_959" align=”alignnone” width=”600"]
Horario de autobuses de la línea 7 de Logroño, vigente en octubre de 2014[/caption]
Ahora bien, cuando llega el autobús y uno quiere caminar hasta su destino, se encuentra con otro problema: no hay pasos peatonales habilitados. La avenida de Mendavia tiene la velocidad máxima regulada a 60 Km/h y el valeroso peatón está obligado a jugarse el tipo, correr y saltar una mediana de hormigón si tiene la mala suerte de trabajar en una empresa que quede al otro lado de la calle.
[caption id=”attachment_1217" align=”alignnone” width=”1024"]
En Avenida de Mendavia no hay pasos de peatones. Imagen de Google Maps.[/caption]
Las soluciones
El Ayuntamiento de Logroño tiene sobre la mesa numerosas quejas ciudadanas y de empresas del Polígono al respecto de esta cuestión, muchas recibidas durante el periodo de participación del PMUS -del que ya hemos hablado en este blog y que parece que no tienen muy presente-.
A largo plazo, el PMUS confía los accesos peatonales y en bici al quinto puente. Siendo sinceros, nos parece más probable que podamos ir al Polígono Cantabria a lomos de un unicornio volador que cruzando el Ebro por el quinto puente, al menos en los próximos diez años.
Mientras tanto, la obra de conexión de las avenidas de la Sonsierra y Mendavia debería paliar en parte este problema. Pero además de que no hay fecha para hacerla, para muchos recorridos, sobre todo los que vienen de barrios del este de la ciudad, ir hasta el Puente de Piedra teniendo más cerca el de la A-13 es un rodeo difícil de comprender. Es probable que muchos peatones y ciclistas con prisa sigan usando ilegalmente o asumiendo demasiados riesgos el puente de la A-13.
Hay otras soluciones que parece que no se han planteado. No sabemos por qué.
Habilitar pasos de peatones
¿De verdad es tolerable y normal que no haya ni un solo paso de peatones en 2 kilómetros de avenida? Estará en un Polígono industrial, pero no deja de ser una calle.
Ampliar las aceras del puente actual de la A-13 y habilitar vía ciclista
Esta solución requeriría acordar proyecto y obra con el Ministerio de Fomento y parece, a priori, la más barata y efectiva. Se reutiliza una infraestructura ya existente y se habilita para nuevas circulaciones. Podría requerir aceras o caminos adicionales paralelos a la autovía. Pero ni siquiera sabemos si es factible: ¿lo permitiría la estructura del puente? ¿Qué coste tendría? ¿Cuánto tiempo se tardaría en acordar obra y presupuesto con Fomento?
¿Ha planteado el Ayuntamiento esta solución al Ministerio?
Crear una pasarela peatonal y ciclista paralela al puente
A los pies del puente de la A-13 están el parque de la Ribera, al sur, y una zona de soto semisalvaje, al norte. Al sur, no haría falta demasiada adaptación para conectar vías peatones y ciclistas ya existentes. Al norte, haría falta desbrozar y elegir un punto por el que habilitar aceras y vía ciclista. Al menos por lo que hemos visto en la zona, hay espacio suficiente para habilitar una conexión. Habría que resolver a quién pertenecen las lindes y quién toma el liderazgo administrativo y financiero para sacar adelante la obra.
[caption id=”attachment_972" align=”alignnone” width=”587"]
Puente sobre la A-13, imagen de Google Maps.[/caption]
Por lo que indica el Plan de Infraestructuras, y en vista de otras obras similares, esta alternativa rondaría los 4 millones de euros.
Las propuestas del Ayuntamiento de Logroño
En el Plan de Infraestructuras se incluyen dos pasarelas peatonales o mixtas para salvar el Ebro:
- una mixta entre el barrio del Cubo y las Norias (presupuesto: 4,6 millones + IVA, prevista para 2022)
- otra peatonal entre el parque de La Ribera y el Pozo Cubillas/cementerio, unos 400 m caminados al este del Puente de Piedra, para crear una zona de recreo en el Pozo Cubillas (presupuesto: 4 millones + IVA, prevista en 2019).
[caption id=”attachment_973" align=”alignnone” width=”886"]
Pasarela mixta Cubo-Norias[/caption]
[caption id=”attachment_974" align=”alignnone” width=”1065"]
Pasarela La Ribera — Pozo Cubillas — Cementerio[/caption]
No tenemos nada en contra de la habilitación de zonas de recreo. No obstante, las conexiones Cubo-Norias ya cuentan con tres puentes o pasarelas cercanos a menos de 1 Km del punto previsto, y los trayectos hacia Las Norias se suelen hacer por ocio al tratarse de un centro deportivo. La afluencia a Las Norias, según el PMUS, es de 1.196 personas al día; la del Polígono de Cantabria es de 3.268. Los habitantes del barrio del Campillo también podrían beneficiarse de mejores conexiones con el centro y con el barrio del Cubo, pero no se menciona expresamente en el Plan.
Por otra parte, el acceso al Pozo Cubillas/Cementerio se realiza actualmente a través del Puente de Piedra. La nueva pasarela ahorraría unos 400 metros al paseante, una distancia que se recorre a pie en 5 minutos. Igualmente, el propósito declarado en el Plan de Infraestructuras es crear una nueva zona de recreo para la ciudad. Cabe la posibilidad de que también aprovechen esta pasarela los habitantes del barrio del Campillo y quienes viven junto al cementerio, pero el Plan de Infraestructuras no los menciona. Parece, por tanto, esta nueva pasarela se usará también por ocio.
Los trayectos hacia el Polígono de Cantabria, en cambio, son forzados: la gente acude a trabajar, no a hacer deporte o pasar el rato con la familia. Tiene prisa.
Hacia el este de la ciudad, el último puente habilitado para acceso peatonal es el de Piedra, y la nueva pasarela prevista en el Pozo Cubillas, aunque está 400 m más al este, queda a más de 2 km del puente sobre la A-13. Esto significa que desde las zonas de la ciudad más próximas al Polígono, las del este, y con las obras previstas, se fuerza a los peatones a dar un rodeo de como mínimo de 1 km si quieren cruzar el Ebro a pie tal como lo propone el Ayuntamiento. Y eso contando con que se habilite la LR-113, actuación sin fecha.
Con estos mimbres, lo que parece es que el Ayuntamiento da prioridad a los desplazamientos de ocio y deporte frente a los laborales. No lo entendemos.
La pasarela entre el Cubo y las Norias tiene su sentido porque ayuda a crear trama urbana, y porque las distancias entre los otros puentes y pasarelas son relativamente grandes. Pero no le vemos sentido a la pasarela para el Pozo Cubillas. El propósito es de ocio y aún así ahorra apenas 5 minutos de trayecto.
No es realista esperar a que se haga el puente de la C/ San Millán. Ni siquiera está claro que vaya a hacerse.
Una pasarela del mismo presupuesto que la del Pozo Cubillas, pero ubicada más cerca del Polígono, o incluso en paralelo al actual puente de la A-13, podría ahorrar más de 10 minutos a pie a muchos trabajadores. Puede hacer viable ir a pie o en bicicleta a trabajar, frente a una situación en que se ven forzados a usar el coche.
¿No estarían agradecidas esas 3.268 personas si al menos una parte pudiera ir a pie o bici a trabajar, ahorrando dinero y salud? ¿No es más importante garantizar la seguridad de los trabajadores al darles buenas condiciones para acudir al trabajo que la comodidad en los desplazamientos de ocio? ¿No han pedido varias empresas, por escrito, que se solucione la conexión peatonal con el Polígono?
¿Cuáles son las prioridades del Ayuntamiento de Logroño?