El nuevo banco central
Reto 3: Un pulpo, un edificio y la luna llena
Las obras del futuro nuevo edificio del Banco Central de Costa Rica en la localidad de Playa Soleada, en la costa del Pacífico, iban con un retraso fabuloso. Debían haberse terminado e inaugurado hace un año y, sin embargo, no habían construido ni la mitad.
Había habido muchos problemas durante los más de tres años de construcción. El principal era el de encontrar trabajadores estables. Los que eran buenos no duraban porque los inversionistas y, especialmente los expats canadienses, que les había dado la fiebre de construir condominios por doquier, los sacaban de la obra a poco que les dieran mil colones más por hora de trabajo. Y los malos eran muy malos, y faltaban a cada rato porque cobraban semanalmente, y ni bien habían recibido el salario se metían en la cantina y se lo bebían todo. Cuando se les acababa el dinero terminaba la fiesta, pero venía la resaca, y solo después de los dos o tres días que esta solía durar, volvían a pedir de vuelta el empleo. Y lo peor es que los patronos tenían que aceptarlos, pues no tenían alternativa.
Además, había un rumor que decía que los trabajadores usaban el edificio a medio construir para hacer fiestas nocturnas, a las que asistía lo peor de cada casa. Para el 25 de mayo de este año, aprovechando la luna llena más grande prevista para el año entero, iban a armar una bien grande, decían que incluso habría comida. Específicamente el pulpo que uno de ellos había prometido capturar para el evento lunar.
