La mujer, el hombre y la luna llena

Cat Coward
Español en ruta
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2 min readJun 3, 2024

Reto 3: Un pulpo, un edificio y la luna llena

La mujer pensaba desde que era niña que quería ser bióloga. Pero después de mirar la película “My Octopus Teacher”, un documental maravilloso de Sudáfrica sobre una amistad entre un hombre y un pulpo salvaje, sabía que iba a hacerse bióloga marina. Después de la universidad, se mudó a un pueblo pequeño en Alaska donde había muchas oportunidades para estudiar pulpos. Para ella, el pulpo era el animal que mas le gustaba. Era impresionada de la inteligencia y la creatividad de estas criaturas, y para ella, los pulpos eran bonitos, garboso, y elegantes. Creía que ella era la única persona que amaba tanto a estos animales bellos del agua. Además, los pulpos son solitarios y nuestra heroína era una mujer tranquilla y introvertida. No creía que encontrara otro amor.

El hombre había vivido en el pueblo costero toda su vida entera. Creció en las aguas frias del mar y en los bosques salvajes con animales alaskanos. Sus padres se murieron cuando era joven y no tenía hermanos. A el, no le gustaba mucho ni otras personas, ni hablar. Se sentía más cómodo cuando no había nadie alrededor. Por trabajo construía casas para la gente en el pueblo. Prefería trabajar solo. Su propia casa no estaba finalizada. Después de construir casas para otros, no tenía mucha energía para terminar la suya.

La noche era clara y brillante. La luna llena iluminaba el cielo. La mujer no podía dormir y decidió dar un paseo por la playa. Hacía frio y un poco viento. Su pelo largo soplaba sobre la cara. Trajo una toalla. No sabía que el hombre estaba cerca, mirándola desde su techo. El había estado terminando un problema con su chimenea y cuando vio a la mujer, paró de trabajar, se sentó en el techo y empezó a mirarla. Su corazón se aceleró. Se sintió extraño, pero no sabía por que. La mujer se acercó al mar y el hombre la observó. Cuando ella se quitó la ropa y caminó en la mar, el hombre casi se cayó del techo, pero continuó mirandola. Después de unos secundos, salió del mar frio, se secó con la toalla, y se puso las ropas. El hombre no se movió. La mujer giró la cabeza hacia la casa del hombre. ¿Se vieron? La luna pasó detrás de una nube. Despacio, el hombre volvió adentro, y la mujer regresó a sus pulpos.

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