Manos a la obra
Retos para un proyecto de construcción
El consejo municipal había aprobado la construcción de un nuevo edificio, un centro deportivo con cafetería, restaurante, tiendas comerciales, y residencias privadas cerca del muelle. Casi todos se regocijaron por la mejora que iba a hacer. En cambio, el sindicato de pescadores manifestaron su oposición al proyecto porque iban a perder tanto el espacio para sus barcos de pesca como su posición de privilegio en el puerto.
Los ciudadanos del vecindario pasaron por el malecón y vieron con entusiasmo los principios del proyecto. Vieron la excavación, los cimientos de base, y otras pruebas de mano de obra. Vieron un almacén con todos los materiales para construir el edificio: cubos y ladrillos, tablas de madera, cemento, ventanas y vitrinas, tubería y cañería, alambres y cables, panales de yeso, pintura, tejas y tablillas, y baldosas para cada piso.
El proyecto empezó en enero, pero por falta de proveedores y trabajadores la construcción queda paralizada. Yo hablé con el maestro de obras quien me dijo que buscaba trabajadores especializados. ─ Necesito carpinteros y albañiles, no he podido encontrar electricistas, fontaneros, ni panelistas. Dentro de poco tiempo estaremos listos para contratar techadores y pintores. Varios jóvenes han venido a buscar empleo pero no tienen las habilidades ni la experiencia necesaria. Hemos instalado un gran cartel al lado del muelle para promover el proyecto, y en la parte de abajo dice “Manos a la obra.” El hijo de un pescador vino y me recomendó a alguien que sabe pintar bien, “Qué manos tiene” me dijo. De todas maneras, por ahora solo es un edificio a medio construir.─
La última semana de marzo di un paseo durante la noche por la calle que pasa cerca del proyecto. Hacía la luna llena, así que aunque el sitio de la construcción no está iluminado con focos, podía distinguir un grupo de cinco o seis personas que entró y salió rápido del sitio llevando no sabía qué como si estuvieran entregando algo ahí. El próximo día se pudo entender su meta. Al fondo del cartel y adentro del sitio, encima de los baldes de pintura, los ladrillos, los cables, los tubos y las tejas se sentaron un animal del mar y sus gemelos: un pulpo.
Este es un ejercicio de escribir en español que se llama “Reto 3: un pulpo, un edificio, y la luna llena,” un desafío de escribir hecho por mi profesora de Intercultura en Sámara, Costa Rica.
