RETO 5
Insomnio
Yo no sé lo que es el insomnio. No lo he padecido, solamente me he asomado a ese abismo de manera esporádica, por sorpresa, sin esperarlo y sin saber por qué, por eso digo que no lo padezco, esto deben ser solo cosquillas para una persona que noche tras noche sufre esta situación. Imagino día tras días el cansancio acumulado, el temor a que llegue de nuevo la noche y te vuelvas a encontrar solo, porque el insomnio es sinónimo de soledad, hasta su propio nombre lo dice, el insomnio es un sinónimo con acento y descolocado y no puede ser de otra cosa que de soledad, de miedo a la oscuridad y en algunos casos hasta de angustia.
Mi insomnio anecdótico me mostró algunas de estas caras, me recuerdo tirado boca arriba en la cama con los ojos wide shut como diría Kubrick, esperando largas horas, una detrás de otra sin hablar con nadie sin poder compartir un pensamiento, sólo como la una que ya pasó hace un buen rato, aunque todavía no llegaron las dos. Decidido firmemente a quedarme dormido pero sin dejar de rumiar esos dos o tres pensamientos que hacen turnos para pasearse por mi cabeza, sin orden, no hay manera de echarlos. Que será lo que ocurre dentro, puede ser que sea que se quedó algo encasquillado, seguro que existe la fórmula para que los pensamientos dejen paso y no taponen la cabeza, para que fluyan de manera ordenada con importancia decreciente hasta que los últimos sean tan triviales y aburridos que desconectemos.
Prueben a darse unos golpecitos en la cabeza, igual que hacíamos los que sintonizamos la UHF en las teles, ese era el fin a todos los males cuando la tv se quedaba trabada, en bucle, o sencillamente nos mostraba ese ruido blanco soporífero lleno de insectos electrónicos.
