Berlín no era mejor antes

«Echo de menos cuando Berlín era así». Fuente de la imagen aquí.

Permíteme repetirlo: 👏 Berlín 👏 no 👏 era 👏 mejor 👏 antes 👏.

Debo confesar que no entiendo cómo alguien que viaja, se sienta delante de su ordenador y escribe una entrada de cinco párrafos en un blog sobre cómo «Berlín está arruinada», «ha perdido su atractivo», «ya no es guay» para luego hacer un refrito sobre la misma idea de fondo una y otra vez: «Berlín era mejor antes, cuando tú no estabas aquí». Cuando haces esto acabas dando a entender que eres un xenófobo. Y me toca las narices que esas revistas supuestamente progresistas están publicando esa basura.

«Berlín era mejor antes, cuando tú no estabas aquí» —Todos los artículos sobre Berlín

Me resulta especialmente extraño cuando sueñan con una época en la que no había nada más que bares llenos de humo y fiestas underground. Lo pillo, la fiestas underground eran algo genial, y los bares también, pero ambos siguen aquí y no van a desaparecer. Sí, Ostgut Ton es algo que está muy de moda, pero esto es gracias a que hicieron su trabajo de forma profesional y sin descanso, como lo hacen las personas de éxito. Cuando oigo eso de que antes era mejor, escucho «sólo quiero que estén permitidas las cosas que a mí me gustan».

Berlín está en su mejor momento, y sigue mejorando constantemente. No hay ciudad con mejor comida, ni con más diversidad cultural, ni con más creatividad y, sin duda alguna, ni con más dinero. Mientras podrías discutir hasta la saciedad sobre el vicio del aburguesamiento, sencillamente no puedes culpar a la gente que durante años han soñado, cambiado el destino de sus vidas y que han dejado, a veces literalmente, todo lo que conocían y tenían atrás con tal de estar aquí. La realidad es mucho más compleja que eso.

Todo el mundo está viniendo a Berlín y es por una razón. Porque la vida es increíble aquí. Cuando te quejas de los hipsters, los veganos y todo lo que está de moda odiar en este momento, lo que realmente escucho es: «Lo que amas, tú mismo, no eres bienvenido».

Las decisiones en las cosas que puedes haces hacer, consumir y producir son sencillamente infinitas, incluso más, una vez te mudas aquí. Siento no sentirlo.

Porque un londinense cualquiera que solo ha visitado una vez la zona lo sabe, ¿no?

Aunque la ciudad ya no sea el campo estéril lleno de anarquistas en edificios abandonados como cuando te mudaste o como cuando soñando pensabas en Berlín, sencillamente no puedes decir que la gente que viene ahora y hacen lo que quieren están «arruinando» la ciudad. Los días en los que la gente venía a Berlín para eludirse están acabados. No queremos huir de la realidad, hemos venido para llegar a lo más alto y poder decir que esta ciudad es nuestra. Y vas a tener que aceptarlo.

En nombre de la crítica constructiva: Si deseas escribir un artículo para una revista sobre Berlín, amablemente te voy a sugerir que te preguntes lo que está sucediendo en este momento, qué hay de nuevo, y quién lo está llevando a cabo, en lugar de compararlo con el pasado, mencionando una y otra vez la entrada del mismo club.

Por Danilo Sierra.
Traducido por Daniel Arbelo.