¿Cómo puedo redirigir la energía negativa en el trabajo para encaminarla hacia un sendero más positivo y productivo?

Cuando nos enfrentamos a diversos obstáculos en el lugar de trabajo, es fácil dejar que nuestras mentes y acciones giren como una espiral fuera de control, lo que resulta en un torbellino de negatividad. Pero es aún más fácil para los líderes confabular con los empleados y quedarse atrapados en medio del fuego cruzado. El ego se nutre de ese drama y aunque puede ser tentador que esto pase a ser una prioridad, la realidad es que no es más que una distracción y que no es de utilidad para ti o tu equipo.

Y aunque es poco realista pensar que todo va a ser perfecto el 100 % de las veces, tiempos difíciles no significa necesariamente que sea el final del camino. Sí, es posible que ocasionalmente tengas un conflicto con un compañero de trabajo o que no estés de acuerdo con una decisión que ha sido tomada por encima tuyo sin haber contado con tu contribución.

Pero la clave está en mantenerse firme y no quedarse atrapado en la negatividad que hará que agotes tu tiempo y tu energía —los cuales son necesarios para que seas la mejor versión de ti mismo.

Con un poco de disciplina, la reorientación de esta energía negativa hacia un lugar más positivo es más fácil de lo que la mayoría de nosotros creemos. Hay que tomar el control de la situación antes de que ésta nos controle a nosotros. Los líderes que se basan en la realidad saben que personalizar las situaciones y dejar que se lleven lo mejor de nosotros es un lujo que definitivamente no nos podemos permitir. En tiempos de dificultad, nuestros trabajadores necesitan líderes que intensifiquen y reorienten su energía, ayudándoles a ver su situación de forma distinta para que puedan tener mejores relaciones y resultados.

Estas son cinco formas en las que los líderes pueden ayudar a sus equipos a lograr una perspectiva más positiva:

1. Haz un ‘Reality Check’ (verificación de la realidad)

Nuestra historia, no nuestra realidad, es lo que realmente nos causa estrés cuando nos enfrentamos a un contratiempo. Asignamos motivos y especulamos hasta que re-escribimos la historia a nuestro favor y nos ponemos como las víctimas indefensas. En su lugar, enfócate en ignorar la historia y vuelve a los hechos reales de la situación. Piensa en cuál podría ser la siguiente acción que tú o tu equipo podríais tomar para que la situación pase a ser de máximo valor y llévala a cabo.

2. Ten claridad acerca de los motivos

Si el conflicto se avecina, evita la tentación de abandonar o ignorar los objetivos de la organización con el fin de lograr tus propios motivos personales o metas —como el amor hacia ti, el aprecio o el reconocimiento—. Esfuérzate en tener éxito en lugar de querer tener la razón y alcanzar los objetivos que tienes enfrente tuyo.

3. Sé el cambio

Aquello que le falta a una situación es lo que necesitas aportar. Muestra las cualidades y virtudes que deseas ver en tu equipo en momentos de dificultad, tales como la mentalidad abierta, la paciencia o la tolerancia.

¿Cómo van a actuar los trabajadores con tus recomendaciones si no predicas con el ejemplo?

4. Mira a los demás a través del lente del amor y del respeto —no con ira y miedo

Esfuérzate por ver más allá de las peculiaridades de la personalidad de los demás y trata de identificar lo que están tratando de comunicar o de conseguir. Determina cómo puedes ayudarles a lograrlo y actúa.

5. Invoca una perspectiva superior más clara

Cuando sientes que una situación está teniendo enfrentamientos o se está volviendo muy personal, haz que sea profesional y redirígela de nuevo hacia la meta actual. Mantén el diálogo por buen camino y pregunta formas en las que tu equipo podría contribuir. ¿Cómo podrían resolver el problema juntos o tomar ventaja de las potenciales oportunidades? Anímales a elevarse por encima del ruido y empújalos hacia la grandeza.

Cuando dejamos de juzgar y empezamos a ayudar, todo es posible.

Soy una ponente y formadora que ayuda a líderes y trabajadores en el contenido de la New York Times Bestseller Cy Wakeman, que ayuda a las empresas a recuperar las dos horas por persona al día que se pierden en drama, y usar ese tiempo y energía hacia acciones más productivas. Para más información, podéis ver mi kit de ponente aquí, o escribirme un e-mail a: ana@cywakeman.com

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