El arte de ganar dinero etiquetando verdades universales
Plácido sueño de un mundo sin gluten
Satanizar.
De satán e -izar.
tr. Atribuir a algo o a alguien un carácter perverso o diabólico.
Cada cierto tiempo nos gusta satanizar moléculas. Poseemos un deleite cíclico en la búsqueda de villanos dietéticos y las modas corren al encuentro de cada paradigma venido al caso.
Somos afectos a las paranoias —o a que nos vendan las mismas, haciéndosenos caer en una obsesión caricaturesca por lo sano — . Hace poco se ha llegado a acuñar el término paranoia antigluten como caso de las más recientes creaciones cuyo final, al cabo, termina siendo un episodio más a la espera de la sustitución por otro nuevo, más llamativo acaso.
Ya no es novedoso encontrar la oferta en los supermercados de pan libre de gluten, y a gente observando las etiquetas de los productos para asegurarse de estar llevando algo exento de nocividad, riesgo, peso. Ídem pasa con los helados y algunas frituras que en su preparación llevan cubierta de algún tipo de grano.
Sería imprudente negar aquí la existencia de la celiaquía o enfermedad celíaca, mal autoinmune por una intolerancia permanente al gluten de los cereales y en la mayoría de los casos debida a predisposiciones genéticas. La celiaquía es padecida por entre el 1 y 2 por ciento de la población mundial, según datos del año 2015. ¿Es justificable entonces la satanización del gluten? Para la población celíaca sí. Y para nadie más.
El experto en cocina Michael Pollan plantea en esta breve entrevista la imposibilidad de una alergia al gluten, mucho menos su expansión como contagio. Él mismo mismo ha experimentado con panes de diversa índole y aislado el gluten del trigo, creando un pan de gluten puro e inofensivo para la población no celíaca del mundo.
Debo insistir en el mal empleo de algunos conceptos en esta actualidad nefaria. Por ejemplo, se dice que el abuso del azúcar causa diabetes. En primer lugar, los azúcares no causan diabetes, sino la ausencia de insulina de la que son responsables fallas digestivas o genéticas. Que es recomendable balancear el consumo de la glucosa es un asunto y otro distinto satanizarla. Algunas campañas invitan a la gente a desterrar la glucosa de sus dietas (ya sean diabéticos o no) sustituyéndola por estevia, digamos, o edulcorantes de procedencias dudosas. Estas medidas pueden ser incluso peligrosas: la glucosa es necesaria para la vida y su ausencia en el cuerpo conduciría a la muerte (los diabéticos sufren justo porque sus células no reciben la glucosa necesaria a causa de su déficit de insulina, quedándose lo dulce en la sangre). (Sin los tóxicos azúcares, moriríamos. Sin gluten, puede que no: aunque los no celíacos nos perderíanos de glutelinas y prolaminas nutritivas sin cuya presencia el pan deja de ser pan y las harinas se convierten en accesorio de alacena).
Al concebir la idea de este breve artículo, pensé en la posibilidad de que tal como se vende agua en cuyo etiquetado dice agua sin calorías, pronto surgiría el agua libre de gluten. La solas semanas de aplazar la escritura de este texto permitieron a la realidad acelerar, alcanzar mi acariciada previsión de tremendismo:
La primera de las imágenes muestra la marca de agua Clara Gluten-Free Watter, cuyo acceso a su sitio web se halla aquí y es muestra del feliz descaro con el que podemos hacer dinero etiquetando una verdad: porque el agua, en efecto, no contiene gluten.
Es conocido el caso de la campaña de Lucky Strikes en los años 60. Cierto que se satanizaba el tabaco por causar cáncer (y lo causa), y que los Lucky querían vender más que sus rivales. La idea genial de vender el producto como tabaco tostado (los demás tabacos causan cáncer, Lucky es tabaco tostado) exponenció las ventas. Y no mentían: Lucky es tabaco tostado, igual que los otros. Lo anterior demuestra el caso de una retórica retorcida: usar una verdad universal para hacer parecer más ruin lo satanizado.
En la segunda imagen de arriba, la etiqueta del agua mineral saborizada con productos de origen natural (de seguro orgánicos) nos dice: sin conservadores, sin glutamato monosódico y, lo que era previsible para completar el orgasmo de los veganos a los que está dirigido: libre de gluten. Agua mineral libre de gluten: ¡vaya onanismo mental! ¡Vaya manera de capitalizar anhelos!
La nutrióloga Lorena Almeida nos entrega en la revista Forbes un artículo excelente cuya finalidad es romper mitos en torno al gluten. Recomiendo leerlo con detalle y tomar nota de la amplia bibliografía incluida al final.
No tengo nada más para agregar a mi colaboración, salvo tres verdades por las que no preveo adquirir un sólo peso:
- Consumir alimentos gluten free imprime la sensación de una vida orgánica, sana, light como el agua sin calorías.
- Consumir alimentos gluten free imprime la sensación de que bajaremos de peso, o no seremos obesos.
- Consumir alimentos gluten free imprime la sensación de que no padeceremos cáncer.
La cartera o tarjeta se encargarán de su adquisición y nuestra mente de lo demás.
