El Efecto Cocuyo de Venezuela: una luz brillante en la oscuridad de la información

La infatigable CEO del medio emergente explica cómo la organización se centra en el periodismo social.

Rachel Glickhouse
5 min readMay 10, 2016
Efecto Cocuyo: Periodismo que ilumina

Luz Mely Reyes no es una periodista cualquiera, es una fuerza de la naturaleza.

Creció en Petare, un barrio pobre de Caracas, Venezuela, sin agua corriente. Trabajó duro en la universidad y consiguió una beca para hacer un posgraduado. Se convirtió en periodista y luchó para ser la primera mujer en dirigir un diario en Venezuela. Ha sido atacada personalmente por dos presidentes. Y es una de las fundadoras del único medio emergente venezolano puesto en marcha enteramente por mujeres —medio que es también el proyecto de crowdfunding más exitoso del país.

No es coincidencia que Reyes se convirtiera en reportera política. «Empecé en un pequeño periódico precisamente el día en el que hubo un golpe en mi país. Fue como mi desayuno», comentó Reyes en una entrevista con Medium International.

Reyes sosteniendo un cartel que dice #YoVoto, por las elecciones a Venezuela en diciembre de 2015.

Eso fue en 1992. Desde entonces, Reyes ha trabajado en multiples publicaciones, dirigió la unidad de investigación de Últimas noticias, y más tarde se convirtió en la editora en jefe de Diario en 2001.

Pero mucho ha cambiado en las últimas dos décadas. El panorama de los medios en Venezuela ha cambiado dramáticamente: una confluencia de crisis económica, la represión del gobierno y adquisiciones de empresas. Además, los periódicos independientes tienen problemas para conseguir suficiente papel, que está controlado por el gobierno. Algunos periodistas renuncian o dejan el país. Reyes fue el blanco tanto del fallecido Hugo Chávez como del presidente Nicolás Maduro.

«La clausura de los medios, la falta de papel, la censura indirecta, la auto-censura, decenas de colegas despedidos y otras presiones se están consolidando y hacen que sea casi imposible ser periodista», escribió Reyes en Medium.

Por lo que Reyes y sus dos colegas, Laura Weffer y Josefina Ruggiero, decidieron iniciar su propio medio de comunicación. Recaudaron 27.000 dólares en una campaña de crowdfunding con la que empezar, no solo para garantizar la independencia sino para establecer una relación con sus lectores. Llamaron a la publicación Efecto Cocuyo, o el efecto de las luciérnagas.

«Nuestro sitio es el producto de millones de pequeños destellos que juntos pueden iluminar una nación entera».

El sitio fue lanzado a principios de 2015 y rápidamente se convirtió en un medio influyente. «Al cubrir la crisis venezolana tal y como somos, contando las historias de la gente, nos hemos convertido en una luz que ilumina diferentes puntos de lo que está pasando».

«Nuestro objetivo era llegar a ser una marca conocida en Venezuela y lo hemos conseguido», añadió Reyes. Actualmente, Alexa sitúa el sitio en el puesto 46 de Venezuela. El número de lectores no deja de aumentar, igual que lo hace el reconocimiento entre los influencers del país.

A pesar de que el sesenta por cierto de la población de Venezuela tiene acceso a Internet, la censura y la influencia del gobierno en la prensa implica que las personas no están recibiendo toda la información que necesitan de los medios tradicionales, comenta Reyes. Así que cada vez más, los venezolanos recurren a las redes sociales para sus necesidades informativas.

«Estamos experimentando con la distribución de contenidos. Siempre hemos dicho que la innovación está en nuestro ADN. La innovación se produce en las conversaciones que tenemos con la gente», dijo Reyes. Efecto Cocuyo utiliza varias plataformas sociales: Twitter para las noticias de última hora, Periscope para la cobertura en vivo, Facebook y Medium para distribuir historias, y WhatsApp para el crowdsourcing y distribuir las historias a los influencers. La organización también experimenta con contenido multimedia en Instagram y Snapchat.

«Distribuimos la información allí donde está la gente. Si allí está la fiesta, ¿por qué no tenerla allí? Queremos compartir la fiesta contigo», explicó Reyes.

Twitter fue la primera plataforma que utilizó el grupo, viendo una oportunidad para verificar información y evitar la propagación de rumores. WhatsApp se convirtió luego en una plataforma especialmente importante para Efecto Cocuyo. «Sirve para mover información y que no se quede atascada en los canales regulares. Recibimos pistas y las verificamos».

Una de las ventajas del crowdsourcing en esta popular plataforma móvil es que el equipo recibe pistas de todo el país, no solo de las grandes ciudades. Fue una ventaja al informar sobre la muerte de 17 mineros [ENG] en una zona rural del país, donde Efecto Cocuyo se puso en contacto con periodistas y familiares.

Además de informar, Efecto Cocuyo también inicia conversaciones. «En Venezuela ha habido tanta, tanta restricción y auto-censura que para algunas personas es normal permanecer en silencio», explica Reyes. Por lo que el equipo lanzó varios hashtags que se volvieron virales. Por ejemplo, #NoEsNormal para debatir aspectos de la vida cotidiana en Venezuela que no deberían ser normales, como las horas de espera en la cola para poder comprar comida o no ser capaces de encontrar medicamentos recetados.

Más allá del tráfico, uno de los objetivos principales del sitio es generar cambio. «Lo más importante es el impacto cualitativo que podemos tener», afirma Reyes.

Ya han tenido éxito de varias maneras. Efecto Cocuyo participó en la investigación de los Papeles de Panamá [ENG] y dio cobertura a otros medios de comunicación. Después de que los Papeles de Panamá fueran noticia en todo el mundo, el gobierno venezolano ordenó una investigación local. Venezuela se enfrenta a una escasez masiva de medicinas, y tras Efecto Cocuyo publicar una historia sobre un niño con una enfermedad terminal que no pudo obtener la medicación que necesitaba, un lector en España la encontró y se la envió.

Cuantas más «luciérnagas» haya, dice Reyes, más difícil será para el gobierno evitar rendir cuentas.

Reyes es actualmente miembro del CUNY’s Tow-Knight Center for Entrepreneurial Journalism en Nueva York, donde ha estado aprendiendo formas para mejorar su startup y llegar a ser sostenible. Ella regresará a Venezuela una vez el programa termine este mes y planea también lanzar una nueva ronda de financiación colectiva.

Está deseando volver con su familia, su equipo y la playa de su hogar.

«La situación no es muy buena en Venezuela», dijo Reyes. «Sabes que amas a tu país y quieres hacer lo mejor [que puedes], pero también sabes que el desafío es enorme. Pero lo tomamos. Nunca es sencillo».

Traducido por Fernando Valverde.

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