El mundo de la HIPOCRESÍA
--
Parecía ser una mañana normal, todo transcurría con tranquilidad. Un buen desayuno preparado, las noticias leídas y todo preparado para volver a la cama a disfrutar el rico jugo de naranja y café con leche junto a algún bocadillo, pero como no suelo desayunar en silencio, decidí escuchar un podcast, algo que siempre que puedo hago. Esa mañana el escogido fue PorquePodcast específicamente un capitulo titulado “Por qué los negocios triunfan gracias a internet”, por lo que lo menos imaginable era que esa misma mañana terminaría reflexionando sobre la hipocresía.
Los primeros minutos del podcast transcurrieron con normalidad, cumpliendo este su principal función, el rellenar con algo de dialogo y alguna risa mi silencio matinal. Pero aproximadamente a la mitad de episodio se abordo el tema de las condiciones de trabajo en una conocida empresa del mundo del internet, más específicamente de Amazon, condiciones de trabajo que considero como mínimo indignas (si quieres informarte más sobre el tema te recomiendo leer este articulo “Amazon y las condiciones laborales de sus empleados”).
Dialogando sobre este tema fue que surgió el primer comentario que me toco, este intentaba expresar la idea de que a pesar de conocer las condiciones de trabajo de sus empleados, eso no iba a hacer que ella dejara de comprar productos a la compañía y hacia referencia al hecho de que todos sabemos las condiciones de trabajo aún peores de los empleados de otras compañías específicamente compañías encargadas de la producción de ropa como lo son Zara u otras y que a pesar de ello todos miramos para otro lado, que actuamos como si ignoráramos esa realidad a modo de que esto no nos afecte al momento de comprar.
Pero no fue este comentario el que me hizo reflexionar verdaderamente sino el que le seguiría ya que la respuesta de uno de los integrantes del grupo fue una especie de “y mejor así, ¿no?” refiriéndose a que mejor que “miremos para otro lado”. Antes que nada y para evitar cualquier mal entendido quiero aclarar que el titulo del articulo no intenta llamar hipócritas a ningún integrante de el podcast nombrado anteriormente sino que esta referido a la reflexión resultante de escuchar estos comentarios y a la sociedad en su mayoría.
Cada vez que somos testigos de una injusticia y no actuamos somos más pasivos ante su presencia y con ello podemos llegar a perder toda habilidad para defendernos y para defender a quienes queremos.
Retomando el tema, el escuchar estas palabras fue suficiente para poner mi cabeza a reflexionar o por lo menos intentar eso a pesar de la temprana hora. Mi primer pensamiento fue tal vez un poco duro con la sociedad, simplemente lo primero que vino a mi mente fue un “que sociedad de mierda que somos”, pero no podía comprender como podíamos ser de esa manera, algo no estaba bien, no podía ser que la sociedad entera fuera simplemente una mierda por el hecho de ignorar una realidad.
Minutos más tarde fue que comenzaron a aparecer en mi cabeza todas aquellas imágenes de miles de personas apoyando instituciones benéficas tales como la Teletón o muchas otras y me di cuenta que algo andaba mal, que no éramos malas personas, que también buscábamos ayudar a los demás o por lo menos eso era lo que parecía.
Luego otro recuerdo vino a mi, esta vez un fragmento de una película llamada “The Help” o tal vez mas conocida por su nombre en español “Historias cruzadas”, una película que se basa en la discriminación racial en EE UU por los años 1960, en el que las mismas mujeres blancas quienes se encargaban de discriminar fuertemente a la población negra, eran quienes se reunían para enviar comida a los niños en África. Y lamentablemente fue este último recuerdo el encargado de aclarar mi cabeza, pensé en ambas situaciones la actual y la de aquella época y lamentablemente en el fondo se me hacia muy difícil encontrar grandes deferencias.
Somos una sociedad que parece estar con ansias de ayudar, una sociedad que parece dispuesta a mejorar a vida de los demás pero algo se hizo muy claro para mi, en nuestra época al igual que en cualquier otra solo estamos dispuestos a ayudar siempre y cuando esta ayuda no influya negativamente en nosotros, el bien ajeno o incluso nuestra moral y pensamientos se ven trasladados a un segundo escalón de importancia cuando nuestra comodidad se ve amenazada.
Antes de despedirme quiero dejar claro que, en mi opinión, esta es una triste realidad, pero espero que tú que estás leyendo no te lo tomes más que como lo que es, una opinión más, una visión de la sociedad y te animo a contarme la tuya.
