El tema del que tanto gusta hablar…

…y del que no se puede no hablar. Obligatorio para romper el hielo.

Kimeki
4 min readSep 25, 2016

Los adolescentes, los jóvenes y los que se acuerden bien de su adolescencia sabrán qué estoy diciendo. Tan simple cómo:

¿Tienes novi@?
¿Quién te gusta?
¿Es@ chic@ te parece guapo?
¿Eres virgen? ¿Te has tocado?
¿Te gustan los chicos o las chicas?

Oh, sí. A los adolescentes (las chicas en especial) les encanta hablar de ese tema. No pueden ignorar el tema que te quema a la hora de conocer a alguien. Y lo peor es que no puedes decir «no quiero hablar de eso» o «no lo sé», porque te van a insistir hasta la muerte. Por lo menos según he experimentado.

Muy bonita sí, pero tampoco creo que haya que pasarse o insistir en hablar del tema.

En ese caso, empecemos mi relato. Viernes, última hora, tengo Informática, pero como no tenemos profesor estamos bailando entre clase y clase. En esta ocasión, nos mandan a la biblioteca. Me siento (solo, mejor solo que mal acompañado) en una de las mesas más cercanas a la puerta, dispuesto a hacer los deberes, ¡y una m****a! Nada más hago ademán de empezar, unas chicas —de las cuales sólo conozco a una— me llaman y me animan —o más bien me exhortan— a sentarme con ellas. Yo pienso «anda, venga…», y me traslado hasta su mesa.

Hasta ahí todo bien. Nos presentamos y todo el rollo (aunque ya no recuerdo bien sus nombres); y después, casi todas, excepto una, se levantan, y dicen «os dejamos a solas». Tampoco es que me acuerde mucho de si hablamos mucho, aunque no dio mucho tiempo. Cuando vuelven, comienza el ataque: «¿te parecemos guapas?». Eran monas, pero tampoco es que me gustasen.

Aclarar que realmente no me ha llegado a gustar ninguna chica, y tampoco ningún chico —por si alguien pregunta—, y cuando me ha surgido aunque fuera un poquito —aunque no llego a decirlo—, ellas mismas se encargan de borrarme la buena imagen que tengo de ellas. En realidad, no sé muy bien mi orientación sexual, no he podido llegar a comprobarlo.

Pero claro, eso parece que no le gustó nada al grupo de chicas, porque empezaron a preguntarme qué me parecía buena parte de los compañeros que teníamos cerca. También me preguntaron por mi WhatsApp e Instagram —que, ¡sorpresa para ellas, no tengo!—, y sobre si salgo con algún grupo de amigos —nop, desde que en el colegio no tenía a ningún compañero cerca—. Yo sólo quería hacer mis deberes y quedarme libre para la tarde, pero ¡NO! Ellas sólo querían que hablara de mis rolletes.

El colmo de la situación fue cuando preguntaron si me tocaba (cosa que aquí no pienso responder), y fue entonces cuando traté de cortar la conversación. Pero claro, como buenas adolescentes del montón que eran, siguieron insistiendo. No sé si coló mucho, pero dije que no. Era lo menos arriesgado. Y realmente para mí fue un milagro que nos dejaran salir antes, porque vamos, si pudiera retroceder en el tiempo, sin duda me hubiese quedado al principio de la biblioteca; hubiese aprovechado mucho mejor el tiempo.

Y aquí viene el motivo por el que reaccioné así: me da la impresión de que muchos adolescentes se toman la sexualidad muy a la ligera, como una manera de romper el hielo o de tener un tema de conversación —como algunos con el cine, una excusa para salir—, y muchos chulos —por no decir canis— como la única manera de ligarse a una tía o chulear. Justo por esos motivos no hablo de sexualidad con nadie en quien no confíe —o lo que es lo mismo, no saco jamás el tema.

Sinceramente, la excusa de «están creciendo», «sobrecarga de hormonas», etc., no me suenan en absoluto convincentes, porque si ese tipo de temas se dan en las canciones más populares y hay niños que ni siquiera están en la pubertad y las cantan o hablan de esos temas —con un cachondeo muy cuestionable—, entonces o la pubertad biológica y la pubertad psicológica no tienen nada que ver, o hay un problema muy serio en lo que a la sexualidad —y/o su forma de ser visto— se refiere.

Cada persona es un mundo, aunque muchos muy similares, al menos en apariencia, así que es bastante normal que la gente se sienta como molesta cuando se dan cuenta de que alguien es bastante diferente a lo establecido y lo dice abiertamente. Luego no nos extrañemos cuando haya muchas personas homófobas o gente con una sexualidad inusual que sea rechazada por la sociedad —excepto si es famosa, entonces…

Y aunque ahora que lo pienso, ¿no podría haberlas dejado fuera de combate preguntando si a alguna le había gustado alguna vez alguna chica? Pero más allá de amigas del alma, porque creo que todos sabemos lo empalagosas que son muchas chicas con sus amigas. Supongo que nunca lo sabré.

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Kimeki

Ex-YouTuber (pequeño), artista (a tiempo parcial), gamer (que me gustan los vídeojuegos) y, de vez en cuando, un crítico de la sociedad. También hablo EN y FR.