No, Google no quiere saber más de ti con Home
(Porque ya lo sabe todo)
El #MadeByGoogle de esta semana era quizá el evento más esperado de los de Mountain View en mucho tiempo. No es que otros (como I/O) nos dejaran con un mal sabor de boca o no se esperase nada de ellos, es que en este se presentaban nuevos smartphones, y eso, actualmente, es un reclamo como pocos.
A pesar de que el esfuerzo puesto por la compañía en aspectos como el diseño de los nuevos Pixel y Pixel XL parece brillar por su ausencia, no quiere decir que invirtieran ese tiempo sobrante en mero ocio. Buena parte de la presentación estuvo dedicada a nuevos productos que podremos encontrar por casa (si los compramos). Y no, no me refiero a cubertería o electrodomésticos.
Con una parte de interesante y otras dos de controversia, Google Home se postula a ser el cacharro elegido para vivir con nosotros y ser nuestro guía espiritual. Un buen símil para entender este objeto que quizá encontremos apropiado situar en nuestro salón o mesilla de noche, es que se trata de un Siri fuera del iPhone (una comparación más acertada sería el Amazon Echo y su asistente Alexa, pero tampoco vamos a liarnos).
El objetivo que se persigue es que tengas una especie de «mayordomo virtual» sin depender del teléfono, que esté siempre presente en casa y listo para prestar servicio —con sus obvias limitaciones—. Claro, para que esto suceda, debe estar permanente a la escucha de nuevas instrucciones. Y aquí es donde viene la movida. A mucha gente no le importará y otros ni se pararán a pensarlo, pero hay algunos a los que no les acaba de gustar del todo la idea de tener un cachivache en permanente escucha de una empresa en la que una de las vías de negocio es comerciar con datos de gente como tú y como yo. Para los más paranoicos vendría a ser como tener un pequeño espía en casa, si queremos dramatizar.
La realidad es que a Google no le hace falta venderte un producto como Home para saber más de ti. Actualmente estarás usando algún servicio de la compañía —varios, probablemente— en el que expones tus datos, más y menos personales. En la mayoría de los casos, información que no compartes con nadie ya se la habrás cedido a Google con anterioridad en un maravilloso alarde de generosidad.
Home no va a ser lo que le chive toda tu vida a Google. En cambio, quizá puedas tomarte unos minutos para decidir en qué aspectos no quieres seguir haciéndolo tú.
