Noctámbulos
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1 min readJul 18, 2016
Por allá en una esquina se escuchaba «Samba pa’ ti».
Sonaba solo para ella. Era un concierto privado para sus orejas y para aquello que no dejaba ver el azul de la falda corta.
Él se abalanzó velozmente sobre su yugular. La tenía en una esquina acorralada. El grito del pálpito resonaba como un bombo.
El aire se cortaba con el jadeo que producía la fiebre extrema por el roce de sus aortas.
A millones de cuadras se podía escuchar el corazón rápido, acelerado por la exaltación que produce escuchar «Samba pa’ ti» una noche así, sin luces y en vela. Con el alma expuesta.