Cómo leer 30 minutos al día puede transformar tu vida

5 claves prácticas

Gaucho Zen
Gaucho Zen
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6 min readMay 30, 2016

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Dios se apareció a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré». […] «Dame sabiduría y conocimiento», dijo el Rey Salomón. Y Dios respondió a Salomón: «Te concedo sabiduría y conocimiento, pero además te daré riquezas, bienes y honores».

Las mayoría de las grandes mentes que han influenciado al mundo tienen algo en común: todos han sido ávidos lectores.

Personajes como Benjamin Franklin, Thomas Jefferson, Henry Thoreau, Jim Rohn, la lista es interminable. Dicen que el CEO promedio lee entre 2 y 4 libros por semana. Hoy en día leer libros a diario puede llegar a parecernos un poco intimidante. El secreto es generar de la lectura un hábito. Algo que haces casi de manera automática en tu rutina diaria. Algo que haces todos los días.

En éste artículo encontrarás la manera que he utilizado para generar el hábito de leer 30 min al día. Con solamente leer 30 min al día de manera repetida todos los días por períodos de tiempo extendidos pueden llegar a generar grandes resultados. No precisas leer cinco horas al día para ver cambios. Y por resultados me refiero a cambios prácticos en nuestro estilo de vida. Como por ejemplo:

  • Ganar más dinero
  • Convertirnos en personas más influyentes
  • Lograr un ascenso
  • Mejorar nuestro estado físico
  • Mejorar nuestras relaciones

No es solamente cuestión de la cantidad de conocimientos que logremos aprender y guardar en nuestra memoria. Es el acto de aprender. El verbo. No es lo aprendido sino el aprender. Es el gradiente, la variación en función del tiempo lo que nos afecta, no la integral. No se trata de llegar a la cima de la montaña, es el acto de subirla lo que genera nuevas habilidades.

Conozco mucha gente que lo ve como simplemente una montaña a subir.
«Voy a estudiar ingeniería hasta obtener el título; el día que me gradúo a festejar y nunca más toco un libro».

Eso es lo que hace la mayoría. Subir la montaña y quedarse festejando en la cima. Una vez la euforia de la celebración ha pasado, solo resta sentarse en le cima y apreciar la vista. Te digo algo, sentado en la cima no estás creciendo, no estás mejorando, estás estancado. El alpinista no se queda en la cima para siempre. Una vez ahí, aprecia la vista por cinco minutos y busca otra montaña para subir.

Una postura frente a la vida

El estar todos los días aprendiendo algo nuevo nos da una postura diferente frente a la vida. Nos devuelve esa inocencia del niño que acaba de aprender algo nuevo y lo quiere contar. Es esa «emoción» lo que buscamos, no el conocimiento per se.

Dicen que tu negocio es 90% emoción, 10% acción. Esa emoción puede generar grandes beneficios en tu negocio, como atraer más clientes, socios, inversores o empleados. Como el núcleo que atrae partículas sueltas de humedad hasta terminar formando una nube, como la partícula de polvo suelta en el espacio que empieza a atraer a otras partículas de polvo y termina formando un planeta. La gente que te rodea nota que estás emocionado por algo y trata de saber que es, la gente comienza a precipitar hacia ti porque ve un brillo en los ojos que no es normal.

Las claves

  1. Hacerlo antes que nada a primera hora en la mañana
    Hay gente que le gusta leer de noche, yo inclusive. A mí me ha dado resultado leer ni bien me levanto antes que nada. Cuando la mente está fresca y absorbe como una esponja. Cuando aún tenemos control sobre nuestro día. Al momento que largas con tu día, el día se sale de control y difícilmente logras tener tiempo para sentarte a leer. Por la noche, por lo general, llegamos cansados y puede que lo postergues. Hazlo antes de chequear el e-mail y notificaciones de teléfono, todo eso puede esperar, tu sesión de lectura es más importante, actúa como si tu futuro y el de tu familia dependiera ello, porque es así. Levántate un poco más temprano si es necesario.
  2. Crear un hábito
    El objetivo es repetir esta disciplina por varios días seguidos. Hay estudios que dicen que generar un hábito toma 21 días, y otros estudios que dicen toma 60 días. Yo creo depende un poco de la persona. Plantéate primero lograr hacerlo por cinco días seguidos. Después 21, y después 60. Una vez logras hacerlo por unos 20 días sin parar, se empieza a volver un hábito el cual no puedes romper. Como cuando entrenas todos los días y el día que no entrenas te sientes mal, y sientes te falta algo por hacer.
  3. No leer de más
    Es importante siempre quedarse con las ganas de «un poco más». Limítate —sobre todo al principio— a no excederte de los 30 minutos. Es probable con el entusiasmo de los primeros días tomes viento en la camiseta y te propongas leer dos horas al día. Eso es mucho, es difícil de mantener, al menos al comienzo. Si te planteas estándares tan altos, es probable al otro día cuando no logres hacerlo, te desmoralices y abandones. Como la primer semana de gimnasio, que vas 4 días seguidos, sesiones de 3 horas sin parar y a la próxima semana te pinchas. Mantenlo simple y fácil de lograr.
  4. Lee algo que te interese
    Es importante que leas algo que sea interesante para vos. Es fácil leer treinta minutos al día si lo que lees te resulta interesante. Cuando hablamos de leer, hablamos de leer libros. No importa que uses un iPad, un Kindle, libro físico o computadora. Escoge libros de buenos autores, ahí es donde se encuentra el conocimiento. En esta media hora no está incluida lectura de blogs. Revistas tampoco cuentan.
  5. Evita las interrupciones
    Crea las condiciones para no ser interrumpido de manera inteligente. No te pongas a leer al lado de tu madre mientras mira televisión y comenta contigo cada noticia que ve en el noticiero. Por treinta minutos aíslate del mundo y solamente lee. Explícale al resto de tu familia que ahora lees treinta minutos al día y por esos treinta minutos no estás disponible para nada y no puedes ser interrumpido. No vale chequear notificaciones en redes sociales o chequear e-mails. Pon tu iPad en «modo avión» o desactiva el wifi de tu computadora si estás leyendo ahí para evitar la tentación. Los libros en papel tienen la gran ventaja de no generar notificaciones ni distracciones. Yo leo en el Kindle o el iPad. No me gusta leer en el iPad pero lo hago por un tema de minimalismo y nomadísmo y no me es práctico andar cargando libros y bibliotecas en la mochila.

No me digas que no tienes media hora para leer. La tienes. Lo que puede suceder es que no quieras dejar de hacer otras cosas para leer. Es un tema de prioridades. Sustituye media hora de actividades como mirar la TV, series o videos en YouTube o conversar por WhatsApp por la lectura.

Este es un video que hice explicando cómo hago para leer todos los días:

Eso es todo, espero que haya valido la pena tu tiempo. Si fue así, quizá quieras recomendar este artículo para que otros lo lean dando clic al corazón verde debajo o compartiendo. Lo aprecio. :)

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