RANT: 12 cosas que odié de Jurassic World.
(CONTIENE SPOILERS)
Sí, es divertida. Sí, es mejor que Jurassic III pero no mejor que las de Spielberg. Está bien hecha pero no tiene el impacto, el “gut” o el alma de las primeras dos, le falta víscera. Eso sí, es una grata experiencia familiar, aunque haya harto muertito, y todo niño DEBE ver una peli de dinosaurios en la pantalla más grande que pueda. En resumidas cuentas, es una buena peli de verano, romperá récords de taquilla, el espectador promedio la disfruta/sufre como es debido, resucitará la franquicia, consolidará a Chris Pratt, peeeero muy seguramente quedará en el olvido en algún futuro cercano como le pasará a Vengadores 2. ¿Quién apuesta?
Tengo tres problemas básicos:
1) No hay peli buena que pueda acreditársele a 6 guionistas… 4 en screenplay y 2 en story by… esa olla está demasiado cuchareada.
2) El CGI nomás no se los creo. Los velociraptors ahora son demasiado rápidos y ágiles, no tienen los movimientos amenazantes y sorprendentes de las primeras películas. Todo tiene un daylight demasiado artificial, los chromas en los paisajes se notan y el “mostro” marino nomás nunca tiene un “peso físico” creíble. Parece que vemos todo a través de un cristal azuloso. Lo siento y sé que es algo subjetivo, pero es deformación profesional.
3) Los malos déjenlos como malos… ya lo intentó Godzilla y tampoco les salió. Aunque es buena “vuelta” que cambien de bando por whatever-the-reason, ¿por qué el villanísimo T-Rex y los asesinos velociraptors ahora ayudan a nuestros héroes? Ni siquiera el Indomitus Maximodonte Rex -o como se llame- está desarrollado tanto como aquellos dinos en las primeras Jurassic como para “entenderlo” para que encima, nuestros enemigos favoritos ahora resultan que están de nuestro lado. Nomás no computa.
Acá el resto:
4) Los niños Zach y Gray empiezan en la nieve, en Navidad, innecesariamente. El típico arco by-the-book del screenwriter hollywoodense que indica que la historia tiene que empezar en un lugar diametralmente opuesto al que cierra. Ahora, curiosamente NUNCA vemos nada navideño en la Isla Nublar… ni hablan de la temporalidad. Jamás. Nadie habla de regalos, vacaciones, decoración, arbolitos, ventas de fin de año… niet, never. La historia de los niños está terriblemente escrita, la mamá (Judy Greer) es chistina al empezar pero cuando habla por teléfono llora instantáneamente como si estuviera chantajeando a la hermana. Si su emotional breakdown estaba justificado en otras escenas filmadas, la edición final la traicionó. Weird. Luego hay una sub-historia de un divorcio latente que sale de la nada y nunca se resuelve. Si otro de los must de estudio es presentarnos a los héroes durante los primeros minutos para hacerlos empáticos y que nos interese seguirlos durante toda su travesía, el hermano mayor (Nick Robinson) no puede ser menos interesante. Cara de nada. Cara de fuchi. No es cínico, no es inteligente. No es guapo ni galán exitoso con las chicas de su edad. No es atleta. No es un sarcástico millenial o tech-savvy Generación Z. La relación con el hermano pequeño es totalmente bipolar. Mientras que el chico (Ty Simpkins) -con un disfraz de niño ochentero que no puede con él… gracias Tío Spielberg- es más engaging, su espontánea sabiduría sobre algunos temas científicos o estadísticos no se desarrolla y no nos lleva a ningún lado. Ir a la Isla/Parque luce más a castigo que como algo emocionante para ellos. Mal arranque.
5) Claire: Bryce Dallas Howard. Es guapísima. Buen cuerpo que no luce tanto y unos zapatos de tacón que si bien son motivo de burla de Owen (Chris Pratt) JAMÁS se los quita. No en la selva, no de noche, no manejando, no en el lodo, no corriendo, no estando debajo del T-Rex y del Indominus Malevolus Rex… Hay gente que dice que es sexista, para mi es plain stupid.
6) El ADN del charm y cinismo del Dr. Ian Malcolm (Jeff Goldum) ahora está dividio en 3: en un pragmático y experimentado Owen, en un bon-vivant necio como es el ahora dueño de la isla, Simon Masrani (Irrfan Khan) y Lowery (Jake Johnson), uno de los dos técnicos protagonistas del Centro de Control. Todos gozan de one-liners efectivos pero ninguno tiene el peso intelectual-sarcástico-aventurero que Goldum logró en las primeras entregas. Para fortuna del tono de la película, la relación de Lowey y su colega Vivian (Lauren Lapkus) en el Centro de Control se limita a caras de susto, algunas interacciones y UNA escena al final con excelente timming cómico. Si hubieran desarrollado más a esa pareja habría el peligro de convertirlos en spin-off de Parks & Recreation o The Office en el tono awkward con meta-referencias de muchas sitcoms actuales.
7) El “chino malo” es como el “ruso malo”. Aparece con frecuencia en cualquier peli de ficción de estudio y acá es el doctor que cocinó al Ignominius Diabolicus Rex. Donde aunque es EMPLEADO no afloja la sopa y señala que nadie sabrá jamás la receta secreta de las especies que componen a su nueva creación. ¿Really? Baratísimo recurso para que la audiencia -vía Owen- vaya descubriéndolo mientras avanza la trama.
8) Las esferas rodantes. Bonitas, nos recuerdan al diseño de producción de Oblivion, funcionan como un efectivo update para los vehículos de la franquicia PERO ¿por qué no se ensucian nunca? ruedan SOBRE lodo, tierra, pasto y van pristinas por la pradera y en medio de los bosques. Díganme de qué están hechas y los lavacoches se quedaron sin chamba para siempre.
9) Los niños acaban de salir siendo atacados por el Maximodonte Rex, caen en la cascada y lo primero que hacen al salir empapados y llegar a los Jeeps es PRENDER UN CERILLO. ¡Caman pipol! ¿por qué los niños traen cerillos? ¿por qué no un zippo? ¿fuman? ¿traen cohetes? Para colmo, luego logran arrancar uno de los Jeeps héroes de la primera película al entrar a las instalaciones abandonadas… ¿Quién diría que la gasolina no se les evaporaría a 32 grados después de 22 años?…
10) Jimmy Fallon en las pantallas… mucho mejor que la animación de átomos que nos explicó el ADN envuelto en ámbar en la primera cinta pero lo convirtieron en un chespiritísimo Mundo de Beakman. Es el tipo de cosas que harán que la peli envejezca raro. Aún así Jimmy Kimmel se retuerce de envidia somewhere.
11) Zara y los pterodáctilos. Otro personaje que al igual que el hijo mayor Zach desafía la empatía del respetable. La niñera/asistente que jamás vemos de cerca lo suficiente. No quita nunca su cara de fastidio ni se desprende del celular. Aunque sea de las muertes pseudo catárticas por “merecerlo” es tan intrascendente el personaje y tan mal construído que al final de su caricaturesca muerte no le pesa a nadie.
12) Claire era la Directora de Operaciones del Parque. Tiene acceso a todo. Es VIP… y acaba en una camita de refugiada con sus sobrinos, Owen y TODA la prole en el hangar esperando ser rescatada. ¿Y sus helicópteros? ¿Y sus recursos? ¿Really? Makes no sense at all.
No podemos negar, son emotivos los homenajes a las primeras películas, hay tomas icónicas prestadas de ambas. Incluso, haciendo referencias a otras películas al final Bryce Dallas medio “channelea” a una Jessica Lange del King Kong setentero -donde hace mucho sentido- al ser testigos de la última encarnación de la batalla entre los titanes de la isla.
En fin, gracias a Spielberg y a la memorable música de John Williams en el tema original, somos presas fáciles, eso sí, para cualquier entrega futura del universo Jurásico. Por más errores, locuras, necedades e imprecisiones que tengan las futuras entregas ya tienen nuestro dinero. Bummer.
Oliver Meneses
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