‘Ready Player One’

o ‘The Good Old Days’

-Ixca-
8 min readSep 4, 2016

Nota: Contiene spoilers.

Insert Coin

Es típico oír la frase Ya estás grande para eso. La gente no entiende que tipos ya con una edad sigan viendo caricaturas o les interesen universos de fantasía, o sigan jugando videojuegos. Algunos dirán que no desean crecer. Yo no veo que esto sea algo malo o criticable, nunca es tarde para hacer lo que te gusta.

Lo malo es cuando quieres que todo siga siendo como cuando eras joven o como lo recuerdas, pues, según tú, era mejor. Esa gente que enarbola el tópico de que todo tiempo pasado fue mejor.

En algún lugar escuché que la gente joven es aquella que tiene más proyectos que recuerdos. Yo agregaría que es aquella que sigue disfrutando del presente más que del pasado.

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En un futuro cercano existe Oasis, una cuasi Matrix/Realidad virtual/MMORPG/Second Life donde la gente prefiere pasar su tiempo pues la realidad es una mierda —¡ey!, que no está tan alejada de la situación actual.

Un buen día antes de morir, el Sr. Halliday —creador de Oasis— televisó su testamento donde lanzaba el reto para todos los usuarios de Oasis. El señor James había escondido tres llaves que abrían un Huevo de Pascua en alguna parte de Oasis. El huevo le dará a quien lo encuentre fama, fortuna y será más rico que Bill Gates y Carlos Slim juntos —o sea, es como el cáliz de fuego, ¿no?—. WsEe es el desafío último de todo gunter —y de todo participante del torneo de los tres magos.

Y una de las personas que pasa mucho tiempo en este jueguito es Wade Watts, un huérfano vago y holgazán —y virgen— que vive con su tía que lo trata con la punta del pie —como Harry Potter—. Wade, en lugar de ponerse a estudiar y ser alguien de provecho, malgasta su tiempo siguiendo a una blogger llamada Art3mis con su aún más vago amigo Hache y soñando que es un Gunter, es decir, un experto en la vida de James Halliday —creador de Oasis.

Al principio parecía que el reto era muy difícil pues nadie encontraba ni una pista de las llaves. Lo anterior hasta que nuestro virgen favorito, Watts, de repente mientras hacia una investigación sobre Sasha Gray dio con el primer indicio que lo llevará a iniciar la búsqueda del Huevo de Pascua en Oasis, todo lo anterior en medio de una atmósfera llena de referencias ochenteras —como platicar 10 minutos con tu tío el chavoruco.

Push Start

La historia se resume fácil: una novela de desarrollo y autodescubrimiento, donde el protagonista gana un concurso en su pasión, pero al final se da cuenta de que no es necesariamente lo que él quería. ¡Ah sí! Y se queda con la chica al final.

Lo interesante es que el reto se basa en los gustos y pasiones del Sr. Halliday, quien tenía una pequeña obsesión con la década de los ochenta. Cuando digo pequeña, quiero decir que el tipo tenía tatuado en la nalga los nombres de los miembros de Parchís. A lo anterior incluso dedicó su mayor creación: Oasis. Así que entre referencia y referencia sucede la historia. Pasamos por juegos de 8 bits, series de televisión donde todo se soluciona al final con un abrazo y párrafos de las discusiones que hoy se leen en un foro de Star Wars. He ahí el encanto de esta historia: la nostalgia exacerbada.

Debo decir que el libro presume de ello y arroja referencias a diestra y siniestra. A veces recuerda a ese amigo que hace chistes que aluden a películas, que es el único que las entiende y se ríe solo.

Y como buena persona sin vida social, entendí la mayoría de ellas.

Load Game

Lo anterior puede ser engañoso. Por un lado el libro tiene un tono marcadamente juvenil, con momentos y situaciones que me parecieron muy cándidas. Creo que la edad perfecta para leerlo es a los 17 años.

Sin embargo, personas de esa edad no lo disfrutaran tanto como un tipo que hoy tenga de 30 a 40 años, quien disfrutara con esa inmersión en los años ochenta. Incluso creo que ese tono inocente está hecho a propósito buscando emular el que tenían peliculas clásicas como E.T. o Los Goonies. El público objetivo no es claro.

Aun así, el libro tiene un ritmo trepidante que logra que sin importar tu edad te mantengas interesado en lo que sucede. Ernest Cline logra que leas 50 o más páginas de golpe. Ya quisieran grandes autores lograr algo así, por ejemplo Dan Brown —shots were fired.

El desarrollo de la trama es muy lineal, no hay grandes giros de guiñon y cuando los hay el autor los soluciona con un muy evidente Deus ex machina —como la mamá que responde a tus cuestionamientos con un acertadísimo «¡porque soy tu madre!».

Creo que lo mejor del libro es, evidentemente, la batalla final, porque a pesar de ser totalmente un fanfiction está relatado de una manera muy detallada y logra transmitirte un aire épico muy inusual. Se entiende de manera clara lo que sucede y es muy cinematográfica.

Stage 1

Owen Wade Watts es lo que llamaríamos un Gary Sue. Sin ir muy lejos, es un tipo de personaje que es casi perfecto, las dificultades para el no existen y si las hay las soluciona de una manera facílisima. Y es lo que pasa con Wade. Es tan, tan nerdo que ha jugado todos los juegos, ha visto todas las series y se sabe de memoria varias películas. Pero, si es necesario para la trama que no sepa algo, precisamente eso es lo que no sabe. Y eso para mí es el principal fallo de la novela.

Pongamos un ejemplo el tipo se sabe de memoria el filme Juegos de Guerra, logra un puntuación perfecta en Pacman en 6 horas, fragua un plan para entrar en la base del enemigo y escapar sin que nadie se dé cuenta, además, si necesita alguna habilidad él tiene un aditamento que se la otorga. Pero no encuentra la referencia a la última llave hasta que Art3mis lo resuelve por él.

El libro nos intenta meter entre chistes de Chewbacca una cuasi trama romántica que está igual de mal escrita que chick flick con Katherine Heigl. Según esto Wade se enamora de Art3mis. Eso no podría llamarlo amor y es importante recalcar esto. El tipo cree que ama una chica detrás de un vidrio es como si alguien se enamorara de AlinationV de Twitch.

Digamos que el tipo la acosa lo suficiente hasta que ella decide que no es tan asqueroso y se resigna. Luego el libro justifica lo anterior en base a que Art3mis es «fea» y por eso lo rechaza, es decir el problema no está en Wade. Incluso peor, Wade descubre porque cree que es «fea» y se lo perdona —espera ¿qué?—. Resulta que ganando el juego la conquista, y felices para siempre. Por lo menos Art3mis no tuvo que decidir entre un muerto chupasangre y un lobo.

Stage 2

De los demás personajes podríamos destacar a Hache, Og, y a los japoneses Daito y Shoto. Estos personajes son los que el libro les otorga un pequeño trasfondo sin ser la gran cosa. De Og conocemos su historia con Halliday, Hache nos cuenta su vida en un punto avanzado del libro, y los japoneses tienen su aquello.

Sin embargo, el libro falla terriblemente en desarrollar personajes. Primero, en su mayoría lo hace a través de flashbacks que quedan un poco metidos con calzador y al final resultan un bajón de ritmo, no largo pero si notorio.

Wade más que lograr identificarme con él, me parece un tipo molesto, Hache me cae mejor pero su desarrollo es apresurado, las partes con los japoneses no podía contener la risa con lo ridículas y —estereotipadas— que son, y Art3mis a pesar de intentar darle su arco propio en la historia, no deja de ser el «interés romántico» del héroe al final de la historia.

Y sobre el villano —¡Gran Cthulhu!— Nolan Sorrento, es simplemente malvado, sin contrastes. Incluso Peppa Pig está mejor escrita que él. Pero el que sea parte de las malvadas corporaciones que quieren quitarles a las personas lo que a ellas les pertenece por derecho, porque todos somos humanos y debemos querernos, blah blah blah, es la cereza del pastel.

Sin embargo, lo anterior no afecta a la novela. Incluso es entendible esta visión de los personajes, pues insisto, todo tiene ese aire inocente que exudan las películas e historias de la década de 1980.

Settings

Traducir libros como este que están llenos de tecnicismos y palabras en inglés que carecen de traducción, es un martirio —véase Canción de Hielo y Fuego—. Ya que muchas veces el traductor quiere trasladar todas las palabras logrando cosas como «onda vital» y «a todo gas», lo que sinceramente arruina la experiencia.

La traducción que yo leí de este libro es excelente. El traductor Juanjo Estrella, logra de manera equilibrada seleccionar qué traducir y qué dejar en su idioma original. Al respecto no tengo ninguna queja. Así que de eso no deben preocuparse.

Game Over

El libro se vende como un obligado si eres parte del universo friki, cosa que no es. Él mismo retrata una época demasiado específica. Si me preguntan, no envejecerá muy apropiadamente. Y todas esas referencias que pueden ser geniales para quienes las entendamos, creo que resultan complicadas para alguien no tan metido en esto.

Tal vez estoy siendo muy duro con esta novela. Ernest Cline en ningún momento intenta impartir escuela o escribir la gran novela americana. Su objetivo es más simple, escribe desde el punto de vista del fan apasionado, quiere que todos aquellos que vivieron en los 80 compartan su nostalgia con él y, si me preguntan, cumple el objetivo con creces.

Como mencioné antes, disfruté de su lectura pues en ningún punto se vuelve cansina, tiene grandes momentos y si tienes ya una edad te divertirás como enano.

Buena fortuna,
Ixca

¿Más cine?

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-Ixca-

Entusiasta de la Cultura Pop. Abogado. Nerd. Cerebro en un frasco.