Renunciar a la internet

Gustavo
Esparza Qué Pasa
Published in
3 min readFeb 1, 2017

Actualmente podemos hacer uso de la red desde cualquier dispositivo y eso nos ofrece ventajas innegables, como por ejemplo, la de mantener contacto permanente con los amigos y la familia sin importar la distancia. Mientras las generaciones anteriores priorizan las relaciones cara a cara, las nuevas han dado un giro hacia las relaciones en linea.

La cultura del click y el uso de las redes sociales para cualquier tipo de interés personal, profesional o académico es un hecho indiscutible, y aunque algunos estudios alrededor del mundo sugieren diversos riesgos sobre el uso excesivo de la conectividad, lo cierto es que uso esta completamente ligado a un creciente aumento en la productividad y muy pronto el mercado laboral y productivo será dominado por los nativos digitales, aquellos que no conciben la vida sin la internet, simplemente porque nacieron en la era de la conectividad.

La penetración actual de su uso ya supera el 50% de la población a nivel mundial y al menos un 45% de los internautas mantiene una cuenta activa en la red social facebook.

En estos momentos: ¿Quién quiere o podría renunciar al internet?

Más allá de renunciar a la conectividad, lo más sensato es pensar como equilibrar nuestra vida sin caer en la dependencia absoluta, el cambio es constante y sin duda nuevas evoluciones están por venir, y con ellas un sin fin de avances tecnológicos que demandarán una adopción cada vez más responsable e inteligente.

¿Cuántas veces nos hemos preguntado cómo es que podíamos vivir antes sin conexión a internet? Sencillo: antes tardábamos más en hacer cosas que ahora solucionamos en unos cuantos segundos gracias al internet. Y así fue con la llegada de la energía eléctrica, los automóviles, el teléfono y muchos otros inventos que adoptamos para facilitarnos la vida cambiando nuestra forma de interactuar y ver el mundo.

Tal vez resulte ocioso pensar una vida sin internet, pero ante su uso más que cotidiano, lo que si es importante aceptar es que la internet y las nuevas tecnologías nos permiten estar siempre conectados, pero al mismo tiempo pueden llegar a aislarnos, porque sustituyen o reemplazan nuestros hábitos y formas de interacción anteriores.

Ya lo anticipaba el filósofo Marshall McLuhan en su libro El medio es el mensaje, señalando que las nuevas tecnologías cambian nuestra percepción sobre la realidad y nuestra manera de relacionarnos con los demás. Y efectivamente así es, por ello es necesario delimitar la importancia del medio en nuestras vidas laborales y personales, así como reconocer que la distorsión de la realidad, las faltas de atención, las desconexiones, la infidelidad o las distracciones no han sido inventadas por la internet. Simplemente nos enfrentamos al uso de un poderoso medio que además de ser nuestra herramienta de comunicación, también nos sirve de escape para defendernos de la estimulación cotidiana que nos cansa, de un entorno aburrido, de nuestra limitada expresión física, de nuestra falta de afecto o de la gente que sentimos nos absorbe.

No es necesario abandonar su uso, ni caer en pánico, sólo busquemos el equilibrio entre la vida fuera y dentro de linea para no perder de vista la vida real, y apliquemos nuestro pensamiento crítico para no perdemos en la inmensidad de la información y evitar caer en una dependencia excesiva.

Should You Quit The Internet? · Forbes

Forbes: “Americans in the aggregate check their devices over 9 billion times a day. Can users moderate their time spent online or should they opt out?”

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