Boca llega a Hollywood

En Francia, algunas intelectuales atacaron al #MeToo como si este amenazara a la libertad sexual: “La mujer no siempre es la víctima”. En Puerto Madero, dos jugadores de la azul y oro fueron denunciados por abuso sexual. La cultura del acoso y el circo mediático.

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Mientras un manifiesto producido en el Viejo Mundo intenta a rasguñones extirpar el debate acerca del abuso de las relaciones de poder, aquí se analiza exhaustivamente de qué manera una mujer debería abandonar un edificio de Puerto Madero si es que efectivamente fue abusada y violentada. Pero para no tensar los hilos de conexión entre manifiestos y sucesos, ensayemos un repaso veraniego de trending topics.

Un grupete de intelectuales y artistas francesas le pusieron el gancho a un manifiesto contra el #MeToo, una campaña que generó una ola de denuncias sobre acoso sexual en Hollywood. Parece que la marea subió y el agua fría del invierno europeo no genera ese confort de la laguna calma. Mientras tanto de este lado del mundo, dos futbolistas de Boca Juniors se cortan el pelo en Puerto Madero el fin de semana y el lunes amanecemos con una denuncia que hace que Edwin Cardona y Wilmar Barrios no puedan alinearse para jugar contra Aldosivi ni contra River porque el club decidió apartarlos del plantel mientras la justicia hojea la denuncia. Hay que reprogramar el rodaje.

Entre tanto, el abogado de los pichichis Miguel Angel Pierri, esboza una curiosa teoría: “Si una persona se siente agredida de esta manera por este tipo de ataque, me parece que no se va a retirar correctamente o bien de un edificio, por mas que lo quiera disimular”. El acento de Pierri está en que si una mujer es amenazada con arma blanca no va a salir del edificio maquillada para un desfile. Tensemos el hilo entonces para ver de que manera se diagrama el manual de como escapar de una situación de abuso según la mirada del abogado defensor de los jugadores y , sin que se corte, enrosquemos los dedos para tirar del manifiesto en el que un centenar de francesas afirman que “La violación es un crimen. Pero cortejar de forma insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista”.

Coincidimos en que hay muchas formas de salir, la mas conocida es en bolsas de residuo en un descampado. Salir de un edificio de Puerto Madero caminando y sin sangre podría llegar a ser la respuesta a un cortejo de forma insistente o torpe. Atando nudos, las francesas arroban en su manifiesto el “puritanismo sexual” que se mal instala a partir de la ola de denuncias en Holywwod. Esto es, mas o menos, la defensa de importunar a favor de la liberación sexual: En el potrero de Boca con sede en Puerto Madero, los chicos dicen que para ellos las mujeres son sagradas y que solo fueron a cortarse el pelo.

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Acción y comunicación. Nuevas narrativas contra la manipulación política de los medios tradicionales.