El 8M lo luchamos en las calles: Crónica de una nueva jornada de lucha feminista en Salta
En el contexto de una nueva conmemoración del día internacional de la mujer, grupos feministas salteños salieron a las calles a manifestarse en contra de la violencia machista que azota a la provincia y al país.
Fotos y texto: Ana Belén Arjona / Cobertura Colaborativa #8M2020
Llego con las piernas cansadas y la cabeza desbordada de reflexiones después de una nueva jornada de lucha feminista en nuestra ciudad, una jornada que comenzó con un mensaje de whatsapp en el grupo de amigas de siempre, con la pregunta “¿marchamos juntas?” y frente a la respuesta “de una, ¡vamos!” un medio tan cotidiano como esta app se convierte de pronto en una herramienta de organización para salir a las calles y visibilizarnos, junto a nuestrxs compañerxs de lucha en contra de la muerte de más de 66 mujeres en los primeros días de un nuevo mes en nuestro país.
Marchamos en un contexto más que adverso para nuestra causa, como lo es el escenario salteño, una de las provincias con mayores índices de femicidios y transfemicidios de la Argentina. Una provincia donde la desidia gubernamental llevó a la muerte de niños de comunidades originarias por desnutrición (no hay que olvidarnos jamás), donde cada año docentes deben manifestarse y mendigar por un salario más justo mientras las cuentas de lxs legisladorxs siguen engrosándose y donde la iglesia se siente con tanta fuerza como para arengar a los sectores más conservadores de Salta, donde cabe destacar la mayoría son hombres, a salir a las calles e increpar a las mujeres que se manifiestan por el poder de autonomía de sus propios cuerpos. Esa misma iglesia que arrojó sin tapujos la frase: “La pedofilia no mata a nadie, pero el aborto si lo hace”.
En el marco de un día tan importante para el movimiento feminista, como el 8 de marzo, donde las flores y los bombones fueron cambiados por la conciencia de las luchas de las que ya no están, multitudinarios grupos de mujeres se congregan entre batucadas, carteles y pañuelos verdes, morados y naranjas en la plaza central de la Capital salteña.
Cuando las calles se encuentran casi repletas de mujeres mayores, jóvenes, adolescentes y niñxs iniciamos la marcha a viva voz rodeando la plaza y cruzando en el camino las carpas de lxs docentes “autoconvocados” que decidieron pernoctar allí, como cada año, para pedir por un salario justo; marchamos entre los nombres de las mujeres víctimas de femicidio que se encuentran escritos en remeras en el piso que un grupo de chicas con pañuelo verde al cuello intentan acomodar, “iglesia basura vos sos la dictadura” cantan tan fuerte como pueden les que marchan en las primeras columnas en el momento en que pasamos por frente a un cordón de aproximadamente 100 policías mujeres que se encuentran cumpliendo un operativo de protección frente a la Catedral de la provincia.
La legislatura provincial se transforma, una vez más, en uno de los hitos de las marchas feministas salteñas, frente al edificio pedimos una vez más por la ley que nos dé el poder de decidir sobre nuestros cuerpos y sobre la voluntad o no de ser madres. Los pañuelos y banderas verdes de la Campaña Nacional por el aborto legal, seguro y gratuito flamean una vez más en el cielo.
