Foto: William Anthony

El legado de Ursula K. Le Guin

La famosa escritora le dio un giro a la ciencia ficción y comenzó a escribir libros de fantasía en clave feminista. Tras su muerte, se cierra un capítulo en este género. Para homenajearla, recordamos sus palabras en el 2014, cuando fue premiada en el 65 National Book Awards.

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3 min readJan 27, 2018

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Transcripción: Emergentes

¿Qué tal ahí? ¿Bien?
Parece que soy bastante mas baja que la mayoría de esta gente. Gracias Neil, y a los dadores de este hermoso premio les agradezco de corazón. A mi familia, a editores, agentes. Estoy aquí porque hacen lo suyo tan bien como yo, y este hermoso premio es tan suyo como mío. Y me complazco en aceptarlo y compartirlo con todos los escritores y escritoras que fueron excluidos de la literatura durante tanto tiempo, mis colegas de fantasía y ciencia ficción, escritorxs de la imaginación, quienes durante los últimos cincuenta años, vieron todos los hermosos premios irse con los así llamados realistas.
Pienso en los tiempos difíciles que están viniendo, cuando preferimos las voces de quienes pueden ver alternativas a como vivimos ahora y pueden ver a través de nuestra sociedad del pánico y su tecnología obsesiva, a otras formas de ser, e incluso imaginar alguna verdadera tierra de esperanza. Necesitamos escritorxs que puedan recordar la libertad. Poetas, visionarixs, realistas de una realidad más grande.
Justo ahora, pienso que necesitamos que quienes escriban conozcan la diferencia entre producir un bien de mercado y la práctica de un arte. Producir un material de lectura acorde a estrategias de venta para maximizar beneficios corporativos e ingresos publicitarios no es exactamente lo mismo que publicación y escritura responsable.
(Aplausos)
-Gracias valientes aplaudientes
Incluso veo departamentos de ventas tomando el control editorial. Veo a mis propios editorxs, en un tonto pánico de ignorancia y codicia, cobrarle a una biblioteca pública por un e-book seis o siete veces mas que a los clientes. Recién vimos a un especulador tratando de castigar a un editor por desobediencia y a los escriroxs amenzadxs por falla corporativa. Y nos veo a productorxs que escribimos los libros y hacemos los libros, aceptándolo. Dejando que los especuladores de productos básicos nos vendan como desodorante, diciéndonos que publicar y qué escribir.
Bueno. Los libros, ya saben, no solo son “artículos para el hogar”, el afán de lucro está generalmente en conflicto con los motivos del arte. Vivimos en el capitalismo, su poder parece no tener límites, tampoco el derecho divino de los reyes. Todo poder humano puede ser resistido y cambiado por seres humanos. Resistencia y cambio a veces comienzan con el arte, muchas en nuestro arte, el arte de las palabras.
Tengo una larga carrera, una buena carrera, en buena compañía, y aquí, ya al final, realmente no quiero ver a la literatura norteamericana cayéndo tan bajo.
Quienes vivimos de escribir y publicar, queremos y debemos reclamar un intercambio justo en el proceso. Pero el nombre de nuestro hermoso premio no es beneficio, es libertad.

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Acción y comunicación. Nuevas narrativas contra la manipulación política de los medios tradicionales.