Nadie nos quita el orgullo
La XXVI Marcha del Orgullo llega y casi como un deja vu nos llena de sensaciones del pasado. De un pasado donde marchar no era sólo pensar qué ponernos, a dónde seguirla después del Congreso o cómo cruzarnos, de casualidad, con lx pibx que te gustaba. Se respiran aires represivos tras el estigmatizante protocolo lanzado por la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que tipifica nuestras existencias y libera a la policía sedienta de revancha contra el colectivo LGBTIQ+. Se siente densa la calle que en tiempos no muy lejanos era casi casi como la pista de ese boliche que frecuentabas casi semanalmente.
Texto: Lx Negrx de la Asamblea Lésbica Permanente
Fotos: Cobertura Colaborativa MedioNegro + Emergentes + Fotografía de Prensa
Parece ser que quieren volvernos a los roperos y para ello todo recurso es válido dentro de la lógica de este gobierno. Recorte y represión. La fórmula mágica que el macrismo viene aplicando a todo. No sólo tienen protocolo para perseguirnos, también se negaron a pagar y a habilitar el escenario que antaño fuera el central de la marcha y donde se leían los documentos, se organizaba el abucheo y se invitaba al besazo colectivo.
El Ministerio de Cultura de la Nación, que debiera propiciar las herramientas para dar ese salto socio-cultural que requerimos para que las leyes conquistadas dejen de ser papeles impresos y empiecen a ser políticas de incidencia real en nuestras vidas, se niega a poner los dos pesos con cincuenta que le significa al estado pagar un escenario, para que nuestra lucha se visibilice. Y no lo hace para ahorrarse esos pesos, sabemos todos del despilfarro permanente de esta gestión, lo hace como parte de una política de estado de intentar volver a llenarnos de miedo. Lo hace con la misma lógica por la que terminan procesando judicialmente a las lesbianas que el pasado 7 de marzo eran víctimas de una redada cívico-policial por difundir el día de la visibilidad lésbica.
Lo hacen con el mismo espíritu con el que persiguen a las travestis y trans mientras yiran en la esquina para apalear el hambre. Lo hacen con la misma impunidad con la que mantuvieron desaparecido el cuerpo de Santiago Maldonado durante 82 días o con la que mantiene ilegalmente presa a Milagro Sala desde hace más de un año. Lo hacen con el mismo odio con el que recortan el presupuesto en educación para que la ESI (Educación Sexual Integral) no llegue a las aulas y lxs pibxs sigan educándose como reproductores fieles del heterocispatriarcado. No hay nada de casual en estos actos de gobierno, ni de aislado, ni de moderno.
Por eso arranqué diciendo que esta marcha olía a pasado, para algunos que ya pateamos más de 15 noviembres, cuando salir a copar Avenida de Mayo era un profundo acto de lucha y de rebeldía. Y será una novedad para lxs “recién llegadxs” tener que poder combinar una buena montada con un calzado que nos permita correr. Aunque no faltará lx osadx que sepa correr con taco aguja y sin perder la brillantina. Cuando Lohana nos decía que “en un mundo de gusanos capitalista, había que tener coraje para ser mariposa”, lo decía porque ella ya había peleado contra estos mismos gusanos. Lo decía porque sabía de nuestras potencias. Lo decía porque no confió nunca en estos que te ponen a un Piter Robledo para decirte “yo tengo un amigo gay” mientras te ponen las esposas.
Hoy la calle será lucha, será protesta, será denuncia. La calle será nuestra, como siempre lo fue. Porque como dice unx amigx, la tierra es de quien la trabaja y la calle de quien la disputa. No volvemos ni a los roperos, ni a sus calabozos devenidos en gay-friendly. Porque nuestra venganza será llegar a viejxs y seguir luchando, bailando, performateando, deseando, construyendo.
