#BONOTRANS: ¿Cuándo fueron las cosas fáciles para las trans?
Miluska Luzquiños Tafur , Trans Organizacion Feminista por los Derechos Humanos de las personas Trans— Perú
El bono trans, es una respuesta solidaria que RED TRANS PERU, TRANS ORGANIZACIÓN FEMINISTA Y AHF INTERNACIONAL están realizando, como una primera respuesta de ayuda. Se llegara a 600 mujeres trans de las ciudades de Pucallpa, Iquitos, Huancayo, Arequipa, Callao, Ate Vitarte, Chosica, San Juan de Lurigancho, Ica, Tacna, Cuzco. Somos conscientes que éste solo es un pequeño alivio para las miles de solicitudes de peruanas trans que piden solución urgente ante la crisis alimentaria, situación de la veníamos hablando, escribiendo y reclamando hace 13 años, con mucho trabajo desde sociedad Civil. El Covid-19 solo ha evidenciado la exclusión y pobreza que vive la población trans en Perú, situación histórica a la que el legislativo y las políticas públicas han dado la espalda negándose como ejemplo vulgar de indiferencia a aprobar el proyecto de Ley de identidad de género 790–2016, presentado desde las organizaciones trans y feminista e impulsado por las congresistas Marisa Glave e Indira Huilca, hace cuatro años desde que se dio la cuarentena.
Las mujeres trans en Perú y en América latina siempre hemos estado en cuarentena, excluidas y silenciadas. El Covid-19 solo ha evidenciado la transfobia y violencia que vienen recibiendo nuestras cuerpas históricamente por el sistema estatal que no reconoce la identidad de género.
El pasado 4 de abril, un golpe fuerte: pudimos registrar 17 casos producto del Pico y Género, medida impuesta por el gobierno frente a la epidemia, medida que nos torturó, violentó, expulsó, no permitió que compráramos alimentos y medicamentos, nos humilló. La respuesta fue un tuit de la Policía Nacional disculpándose por todo lo ocurrido. De allí no pasó, como siempre. Habrán dicho: “No es políticamente correcto”, expresión propia de todos los funcionarios estatales que marcan con la punta de tiza la pizarra y de allí quitan hasta la pizarra cuando hablamos de identidad de género y derechos humanos.
Según la CEPAL, se vendrá lo más fuerte después de las medidas de aislamiento y de entender que el mundo cambió. No sabría si para bien o para mal, nosotras quedamos totalmente fuera de este cambio: la pobreza y exclusión se agudizó en nuestras vidas, el hambre llegó, nos queda el desafío de ir juntas y buscar actividades sostenibles, auto gestionadas y feministas que nos permitan seguir sobreviviendo en este nuevo mundo de ricos al que siempre hemos pertenecido. Pero el Covid-19 ha evidenciado exponencialmente el lugar fuera de la página que nos tocó.
Nos llena de esperanza, de esa terca, serrana, chola, selvática, provinciana, afro, trans que cargamos en nuestras venas para seguir luchando y me pregunto sentada mirando al cielo Lambayecano: cuándo carajos las cosas han sido fáciles para las mujeres trans en Perú. Creo que nunca, bueno es hora de sacar esa fuerza, seguir y construirnos un futuro más igualitario para decir que VAMOS POR TODO, ahora.
