Equality

Igualdad

Love is the Source, the fuel and the way. To feel love must be our flag, to project it in feelings and deeds, our daily actions. Love is the basis of any balanced, equitable and solidary society, to live in those terms is to live in happiness, it is the meaning of life.

Unfortunately we look for happiness where there is none: in possessing and accumulating material objects, in competing to surpass our equals, to be and to have more. All individual objectives that hide a search for security. Security against what?

This individual path distances and isolates us from true happiness, we must look at others, recognize them and recognize ourselves in them. Project our love and let ourselves be reached by theirs, thus generating an invincible network capable of building a new humanity.

Nothing and no one can do anything against that, there would be no possible inequality, nor the bad that it generates. In a scenario of equality and common good, wars, genocides, exoduses, refugees are not possible, there is no place for human trafficking, arms or narcotics.

We all deserve the opportunity to be happy, but the commitment of all is needed. Let’s start each one of us carrying out the one that is within our reach and is possible: our own and let’s try to spread it to every person that life puts in front of us, it is the only way we have left to have hope…

Translated with DeepL.com (free version).

El amor es la Fuente, el combustible y el camino. Sentir amor debe ser nuestra bandera, proyectarlo en sentimiento y obras, nuestro cotidiano obrar. El amor es la base de toda sociedad equilibrada, equitativa y solidaria, vivir en esos términos es vivir en felicidad, es el sentido de la vida.

Lamentablemente buscamos la felicidad donde no la hay: en poseer y acumular objetos materiales, en competir para superar a nuestros iguales, ser y tener más. Todos objetivos individuales que esconden una búsqueda de seguridad. Seguridad contra qué?

Ese camino individual nos aleja y aísla de la verdadera felicidad, debemos mirar a los demás, reconocerlos y reconocernos en ellos. Proyectar nuestro amor y dejarnos alcanzar por el suyo, generar así una red invencible capaz de construir una nueva humanidad.

Nada ni nadie puede contra eso, no habría desigualdad posible, ni lo malo que ella genera. En un escenario de igualdad y bien común no son posibles las guerras, los genocidios, los éxodos, los refugiados, no hay lugar para tráfico de personas, de armas o narcóticos.

Todos merecemos la oportunidad de ser feliz, pero se necesita el compromiso de todos. Comencemos cada uno llevando a cabo el que está a su alcance y es posible: el propio e intentemos contagiarlo a cada persona que la vida nos ponga delante, es la única manera que nos queda para tener esperanza …