Los límites del Poder
Todos tenemos poder, poder interior, propio, es nuestro músculo, el empuje que nos permite encarar las situaciones, sobrellevar las cargas.
Poder es una fuerza interna individual, propia e inherente al ser y allí termina, en los límites de cada ser.
Nunca, bajo ningún aspecto, puede trascender la individualidad, el poder de una persona no puede alcanzar la órbita de ninguna otra, no puede ni debe ejercerse sobre ningún otro ser, la relación entre estos siempre debe ser de cooperación y amor y resulta en una red constituida y funcionando en el ensamble de voluntades amorosas.
Cualquier grado de avance de cualquier tipo de poder de un individuo sobre otro implica sometimiento y no hay ningún derecho para nadie que lo justifique. Estamos tan acostumbrados a vivir rodeados de sometimientos que lo hemos normalizado y es un error.
Presten atención a las acciones cotidianas propias y ajenas para descubrir cuanta invasión de poder y cuanto sometimiento flota en el ambiente.
Debemos comenzar por ubicar el propio poder al lugar y la función que le corresponde para aspirar a que los grandes poderes que someten masas desaparezcan y sean reemplazados por redes de cooperación basadas en el amor y el desinterés por acumular.
Limpien sus ojos para poder ver al punto que hemos llegado, despejen sus mentes y den lugar a su alma para que participe más activamente en este río de agua viva que nunca deja de fluir.