Ritualismo cibernético

los mitos convertidos en inter-lenguaje

et al.
et aliae
5 min readNov 1, 2016

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Las imágenes que acompañan este texto son postales dibujadas por Jean-Marc Côté y otros artistas en 1899, 1900, 1901 y 1910. Tomadas de "En el año 2000", Wikimedia Commons (dominio público).

La cibernética es tan real como el aire que respiramos. Pero, de lo último que se entera el pez, es de la existencia del agua. Según el alto mando de la exégesis, la Real Academia, la cibernética es una ciencia que estudia las analogías entre los sistemas de control y comunicación de los seres vivos y los de las máquinas. Pero lo cierto es que la cibernética posee tantas definiciones como campos de estudio: filosofía, psicología, sociología, matemática, computación, química, física, biología, etcétera.

Sucede que cada disciplina conceptualiza de una forma distinta la complejidad única que se le presenta, en este caso: el control y la comunicación. Ya desdibujados los límites, no sólo nos referimos “entre” seres vivos y máquinas como la definición de la RAE, sino también entre los seres vivos consigo mismos, y las máquinas entre sí. El avance de esta trans-disciplina y sus tecnologías es cada vez más vertiginoso. Ante esto, la toma de recaudos [¿autodefensa?] resulta cada día más relevante; dado el avance en la digitalización de nuestras vidas y relaciones sociales.

Algunos ejemplos de tecnologías cibernéticas, probablemente ignorados, son los desarrollos de: drones utilizados tanto en espionaje como en invasiones militares; avanzados sistemas estadísticos inteligentes capaces de evaluar las consecuencias en maniobras militares complejas; supercomputadoras capaces de desencriptar los secretos de estado (y corporativos) enemigos; análisis de conectividad de redes “terroristas” para desarticularlas; nanobots que permitirán la telecomunicación como telepatía; organismos sintéticos productores de toxinas, medicamentos o drogas; programa eugenético de alta tecnología; entre otros.

Cuando sienta que todo presente y futuro aquí avisados son demasiado irreales o ficticios, recuerde lo que era su vida hace diez, veinte, o treinta años… antes de tener acceso a todos los juguetes tecnológicos y posibilidades de distracción de los que actualmente dispone en su bolsillo. Ciertamente la esperanza es refugiarse en que todo este panorama sea tan equívoco como aquellas caricaturas sobre el año 2000 que nos acompañaron desde el 1900, y a lo largo de todo el siglo veinte. Pero la única caricatura acá es la propia negación a aceptar una realidad que viene performada históricamente. Y que si bien está siendo muy parecida a sí misma, difiere de toda narración que nos han contado. Así, la única diferencia entre una caricatura y esto que nos sucede tan naturalmente como la realidad, son los miles de millones de dólares invertidos en investigaciones y desarrollos ciberneticos.

Si ud. todavía sigue pensando en ciencia ficción, por algo será. Sepa que no está usted tan confundida o confundido. En el fondo, estamos hablando siempre de la misma cosa: la Ciencia, su discurso y el sistema de discursos subscidiarios que la legitiman, recrean y reinventan (aunque siempre siga pareciéndose mucho a la que ya era). Y si escribimos “Ciencia” con mayúscula, es para resaltar su carácter institucional en el paradigma social vigente. Paradigma que llamamos capitalismo, lo damos por hecho para olvidarlo o lo olvidamos para darlo por hecho. Como sea, de eso se trata un paradigma y de paradigmas se trata el hecho de que la ciencia ficción nos resulte un lugar tan familiar y ubícuo cuando hablamos de cosas que están ocurriendo o podrían llegar a estar ocurriendo prontamente como desenlace de las desiciones ético-políticas que se toman respecto a las aplicaciones de la ciencia y la tecnología…

Todos los ejemplos de aplicaciones cibernéticas mencionados anteriormente, se fundamentan sobre anhelos que (supuestamente) compartimos como humanidad. Anhelos, que el sistema capitalista se encarga de mantener a flote con sus propagandas [llamadas “publicidad” por los estudiantes de publicidad]. De forma que en lugar de hablar de lo que mencionábamos más arriba {ciencia ficción} hablemos de, en correspondiente orden con el listado anterior: entrega rápida de comida utilizando drones; avanzados sistemas estadísticos inteligentes que nos provean únicamente del contenido que más nos interesa; supercomputadoras que sean capaces de evaluar las consecuencias de posibles tratamientos médicos en enfermedades complejas como el cáncer; encriptación automática para permitir transacciones comerciales seguras vía HTTPS; análisis de conectividad de redes sociales para sugerirte agregar a tus amigos, y conocimiento de tus gustos para venderte más y mejor todo lo que activo-pasivamente deseás; nanobots para amplificar el efecto de todo lo anterior; organismos sintéticos para disminuir los costos de producción en medicamentos y/o drogas; diseño de bebés perfectos; entre otras fantasías.

Retomando la idea clásica de ciberespacio, y haciéndole una actualización desprolija y apresurada, no necesitamos mucho esfuerzo para concebirlo como la biblioteca más grande de la historia humana. Biblioteca que posee incluso instrucciones sobre cómo sobrevivir durante la navegación dentro de ella misma. En tanto espacio y en tanta biblioteca, estamos también frente a una de las instituciones públicas que mayor saber concentra a nivel mundial. ¿Cree ud. que “Saber, es Poder”? …según qué saber y qué poder sea, pueden entreverse variados [in]significantes.

En nuestro transcurso veremos algunos, y ya veremos cuanto de [in]significante les queda. Cada publicación de et. al representa alguno de los frentes de batalla que pueden identificarse. El conjunto de textos que estaremos publicando posee un objetivo que es, en sí mismo, práctico. Se trata, de presentar algunos problemas y pensar algunas soluciones. A lxs lectorx le proponemos reconocer juntxs en estas letras los problemas e interrogantes que le rodean en la vida cotidiana. Descubrir aquellos que tiene, pero que todavía no han identificado. Incluso redescubrir y dialogar con aquellos que le incomodan ya que, como se dice; quien no tiene problemas, tampoco tiene soluciones.

Sin embargo el ensayo práctico y real detrás de estas líneas, en esta Internet, en esta sociedad, en esta cultura; está en todes les que han luchado, luchen y seguirán luchendo a través de nosotres: contínuidades y discontinuidades culturales, para que sigan existiendo voces disidentes. Sea lo que sea queluchendo signifique; una perversa conjunción entre luchando y luciendo: prácticas pre-figurativas para construir otro mundo.

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