EthicHub invitada a la I edición del programa Social Impact Doers- SID
Social Enterprise España inaugura una iniciativa práctica y original para dar respuesta a la creciente demanda de herramientas y procedimientos destinados a diseñar y gestionar empresas con un declarado fin de impacto social.
El programa de Social Impact Doers no solo está enfocada en el estudio de las herramientas clave dentro del ecosistema de impacto, también pretende ser un punto de encuentro para la incipiente comunidad de empresas de impacto y convertirse en catalizadora, fomentando la colaboración e impulso, de los emprendimientos sociales. Actualmente somos más de 150 las empresas sociales, las que tratamos de abordar los grandes retos del momento, y que nos encontramos bajo el paraguas de Social Enterprise. Entre las actividades de las jornadas SID también hay un espacio importante para que los emprendedores sociales -y los que aspiran a serlo- puedan compartir experiencias y conocimientos y así tratar de fomentar sinergias e intercambiar ideas y propuestas.
En este último contexto es donde Jori Armbruster e Íñigo Molero tuvieron la oportunidad de explicar a los presentes qué es EthicHub y cuál es nuestra propuesta de impacto positivo. EthicHub pretende conectar a millones de pequeños agricultores desbancarizados con usuarios en todo el mundo, a través de una plataforma de financiación colaborativa, nativa de la tecnología Blockchain. “Estas personas, a pesar de ser gente cumplidora y trabajadora se ven obligados a buscar el poco dinero en efectivo que existen en sus comunidades… y la escasez del dinero lo encarece extraordinariamente, tanto que llegan a pagar más de un 100% de intereses al año. Y aun así lo pagan porque tienen una actividad rentable y productiva”. La solución planteada por EthicHub “es establecer ese puente tecnológico, transparente y seguro, para que cualquiera de vosotros pueda prestar 100, 200 o 1.000 euros y que ellos os paguen un 10% de rentabilidad… pero a cambio estamos logrando darles una nueva herramienta de financiación con tipos mucho más bajos y accesibles”.
Y en este punto no faltó una breve introducción de ambos a qué es Blockchain y cómo sus características intrínsecas son una herramienta maravillosa, “que casa extraordinariamente bien con los emprendedores de impacto y con los nuevos modelos de negocio que sin duda surgirán en el futuro cercano al amparo de la tecnología”. Así que los representantes de EthicHub, declarados apasionados y activistas de la tecnología, animaron también a los presentes a aprender y profundizar en este nuevo paradigma tecnológico y “cacharrear con la tecnología”. Según enfatizó Molero “es imposible enamorarse de lo que no se conoce” y como miembro de la red de mentores de Social Enterprise se puso a disposición de los presentes por si alguno quiere profundizar en las posibilidades de Blockchain en el futuro.
Y no se ha tardado mucho en consolidar estos nuevos contactos. Uno de los asistentes, director de una consultora internacional, que tenía mucho interés en el mundo de impacto ya se ha puesto en contacto con nosotros para una siguiente charla más tranquila con el objetivo de tratar de explorar posibilidades de colaboración conjuntas. Una iniciativa que agradecemos mucho porque “en EthicHub, afortunadamente, somos muy permeables a las buenas ideas”. Y las hubo. Nada como decenas de personas unidas en un mismo propósito trabajando juntas para aportar soluciones positivas.
Y este último punto creo que es una de las fortalezas del programa SID. Señaló Molero en un momento dado de su intervención que “siempre agradeceré a Bitcoin/Blockchain, la oportunidad que me ha dado de ponerme en contacto con personas formidables que jamás hubiera tenido la oportunidad de conocer si no fuera porque compartíamos una misma fascinación por el mundo de la descentralización y Bitcoin”. Y en este sentido, destacó la importancia de crear esos puntos de encuentro entre personas que sienten esa misma fascinación por el mundo de impacto. Así, agradeció la invitación formulada y celebró la iniciativa liderada por Javier Goizueta de Social Enterprise y el apoyo de Open Value Foundation, Value School y la Nave de Madrid. “Somos muchos más de los que nos creemos, sólo que no encontrábamos esos puntos de encuentro donde coincidir y materializar las sinergias que tenemos entre todos nosotros. Ahora no tenemos excusas porque ya sabemos que existen y funcionan”.
