Goteras

Tamara Ortiz
EXTINTA
Published in
1 min readApr 9, 2018

Hoy de nuevo mi cama se encuentra vacía,

una lánguida luna acompaña mi sueño,

afuera la noche está muy quieta y templada,

el viento no corre y el frío esta sereno.

Parece ser que mi destino está previendo

la llegada de unos cuantos días de completo silencio,

de celibato y comunión con mi cuerpo,

estrujar el cerebro para escribir después en prosa o en verso.

La noche pasada mientras dormía pude ver las grietas,

unas grietas muy abiertas que fueron goteras con la tormenta

y es que la casa no se repara de vez en cuando,

es una cuestión de constancia para tener cobijo y amparo.

Y es que la casa no era mía, pero la sentía como mía,

no sabía que estaba tan resquebrajada

así que con mis cubos y trapos

no pude hacer nada.

Ahora me aparto de la encharcada parcela vallada,

pronto el sol le dará calor y secará las almohadas;

Mientras tanto voy a mi tejado

a ver si también hay grietas y un des agüe enlodado

que para la siguiente tormenta

preferiría disfrutar de ella bebiendo un té de menta.

09/04/18

© Tamara Ortiz

--

--