Rubén Tamayo (una fuerza de la naturaleza que inventó el Brainmasturbing)

Rubén Tamayo

Extinta Editor
EXTINTA
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3 min readOct 4, 2018

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Drama | Humor | Crítica Social

Rubén Tamayo es como una moneda: tiene dos caras muy distintas. Es capaz de describir el mundo con su ironía característica o de golpearnos con reflexiones e historias crudas que todos reconocemos a nuestro alrededor o en carne propia. Lo que siempre se entiende de sus textos, es una necesidad, una motivación por sacarle los colores a aquella parte de la sociedad que es hipócrita y deshonesta.

Rubén Tamayo es un escritor enérgico, sin censura y tiene la virtud de conseguir agitar nuestras ideas y nuestros espíritus.

Provengo del estudio del guión de ficción y mi, aún corta, obra se basa esencialmente más en el contenido que en el estilo. No soy novelista y no soy muy ducho a la hora de hacer prosa fina. Mi estilo, al provenir del guión, es directo, conciso, un croché de izquierdas a la mandíbula…

Esto no impide que mi cuerpo me pida expresarme sin los corsés de un guión y me vacío en una especie de “ensayos” cortos, vómitos… Pajas mentales o “Brainmasturbing”, que es el término exacto con el que defino esta tarea, dónde caben dichos ensayos y versos (no se les puede llamar poesía a no ser que queramos ofender a unos cuantos miles de millones de personas).

No quiero encasillarme (más bien no puedo) por lo que comentaba antes. Mi cuerpo me pide cosas diferentes. Comedia. Llanto. Intelecto. Acción. Miserias. Crudeza. Frivolidad.

Bien es cierto que en lo más hondo de mi alma hay dos fracciones bien definidas, tiempo mediante:

La que quiere llorar y la que quiere hacer reír. Y en esos dos ámbitos se mueve mi trabajo. Entre una bipolaridad. Un ying y un yang. Las dos máscaras del arte.

Me he preguntado muchas veces cuáles son mis intenciones para con el arte/la escritura/el cine/llámale X… Y aunque nunca he ganado un céntimo con ninguno de mis guiones y/o relatos nunca he dejado de intentarlo. Llegué a la conclusión que más que ¿qué intenciones tenía para con ello?, era ¿qué intenciones tenía ello conmigo?

El arte no quiere que me forre con él. El arte me ofrece la oportunidad de expresarme. Porque ahora en serio ¿quién se cree que se va hacer millonario siendo artista?

No me gusta en exceso hablar de referentes. Quizá porque considero los míos demasiado Pop. No me toco con Fellini. No vibro por Bergman. Más bien lloro con Terminator 2 y me empalmo con Regreso al Futuro. Me gusta Hemingway. Arthur C. Clarke. Juan Marsé es mi padre. Bukowski. Aunque no soy un gran lector un buen libro me parece mucha mejor experiencia que una gran película.

El arte supremo es la música. Consigue sin letras, sin palabras, tan solo con melodía, lenguaje musical, hacerte llorar, emocionarte, sentirte bien o mal. Intento practicarla con la guitarra, aunque conozco 5 acordes y no soy gran aprendiz. Aún así me permite sacar mierda del inconsciente.

Una buena canción puede hacerme escribir. Consigue que quiera plasmar lo que siento cuando la siento en una historia que le haga justicia.

Rubén Tamayo es un privilegio tenerte con nosotros y que nos hagas partícipes de tu arte y tu manera de emocionar y conmocionar a los lectores. ¡Bienvenidísimo a Extinta!

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Más allá de la tinta están las manos de un escritor.