Donde todo el mundo sabe tu nombre
¿Qué pierde la profesora al rendirse a la nostalgia? ¿La dignidad? ¿El respeto? ¿La compostura?
En realidad para hablar del movimiento con aceleración constante no le hace falta confesar que guarda cervezas en la nevera. Basta con ponerles un video de la gloriosa serie cuyo spin-off es otra series que sale siempre en el top de las series de todos los tiempos.
En aquel bar de Boston “where everybody knows your name” había una interminable barra por la que el capilarmente bien dotado protagonista hacía deslizar jarras de cerveza. ¿Y qué aceleración entra ahí en juego? Básicamente solo la del rozamiento con el bien barnizado material. Así que la velocidad inicial se ve poco comprometida y permite que se masque la tragedia.
Porque si el cliente no atrapa diligentemente la jarra esta se estrellará contra el suelo con estrépito. Lo curioso es que en ese ejemplo de tiro parabólico la única responsable de la caída es la gravedad, no el delicioso gesto de muñeca del barman.
Estos sutilezas del tiro parabólico dan a la profesora la excusa para soltar adrenalina en el aula, usando un borrador a modo de jarra y una mesa a modo de barra. También juega con la ventaja de que los encargados de la limpieza no podrán certificar quien ha dejado la tarima echa una cochinada con las huellas de tiza causadas por los impactos.
Y todo esto viene a cuento de que hace tiempo que dejamos de tomarnos a risa la adaptación de la asignatura de física general para los alumnos de geología porque en verdad reviste cierto interés investigador lo de que una piedra salga despedida de un volcán y llegue al suelo.
