El Camino de Australia y Nueva para ganar el mundial femenino de fútbol
¿Lista para viajar al otro lado del mundo?
El mundial del 2023 promete ser uno de los más épicos. De por sí ya pasará a la historia como el primer mundial femenino en tener 32 selecciones con participantes. Es un paso grande, ya que es en 2011 aún se jugó con 16 países participantes.
Pero antes de que los australianos y los neozelandeses canten victoria, había otras tres propuestas en la carrera por el próximo mundial femenino. Brasil, Colombia y Japón eran los otros candidatos.
Ahora seguro te estás preguntando, teniendo a Brasil que es mundialmente conocido por su pasión por el fútbol, Japón como un país que hace espectáculos deportivos de primera y tiene actualmente la sede de los Juegos Olímpicos y por último Colombia como un país que ha tenido una alza importante en el fútbol femenino en los últimos años, ¿cómo ganó Australia y Nueva Zelanda? Claro, ambos son países fantásticos, pero no reconocidos por su desarrollo en el fútbol.
La pandemia hizo que 2 candidatos retiraran sus candidaturas para el mundial. El primero en salirse fue Brasil, aludiendo que con el impacto que ha tenido la pandemia por Covid-19 no tendrían la solvencia económica ni la seguridad para poder llegar a ser un buen rol como anfitrión.
Pero de hacho, su crisis económica viene desde el 2014, exacto desde el año que organizaron el mundial masculino. La corrupción y la falta de administración de los ingresos iniciaron un bajón económico. Y luego vino Río 2016, la gran inversión hecha logró que el país lograra la peor caída económica sudamericana en ese año. Hasta hace un par de años aún debía 400 millones de dólares a los acreedores. Brasil tomó una de las mejores decisiones para su país, ya que no soportaría otro bajón en su economía y el aumento de la delincuencia a consecuencia de la inflación en el mercado.
El segundo en retirarse fue Japón, recordemos que el país oriental, no pudo celebrar los Juegos Olímpicos este año, por obvias razones, y lo movió para el próximo año. Organizar los juegos le costó al país nipón 12.300 millones de dólares. Ahora que ha tenido que moverlo, tendrá muchas repercusiones económicas para el país. Incluyendo que se están centrando en los clubes de fútbol y sobre todo en los de fútbol femenino, para que no terminen en la quiebra. Ellos siguen pensando en el desarrollo a futuro para sus jugadoras.
De los cuatro candidatos, quedaron 2. Colombia por un lado y Australia y Nueva Zelanda por el otro. Las calificaciones para ambas cedes tenían una buena diferencia, aunque claro, la mayoría de países de América del Sur querían tener a Colombia como sede, ya que se abriría un cupo más para otro participante de este lado del planeta y qué la gran afición del fútbol femenino sudamericana tuviera más facilidades para poder asistir de espectadores.
FIFA hizo oficial su informe de evaluación de candidaturas, donde Australia y Nueva Zelanda alcanzaron la puntuación de 4.1 de 5. Mientras que Colombia recibió 2.8 de 5. Claro que estos son solo indicadores. Faltaba la votación para ver dónde se realizaría. La evaluación es solo una guía, aún le teníamos fe a Colombia.
El 25 de julio se llevó a cabo la votación de la sede, 35 directivos de la FIFA fueron los encargados entre los cuales estaba el presidente Gianni Infantino. Al final de las elecciones Colombia obtuvo 13 votos, mientras que Australia y Nueva Zelanda obtuvo 22 votos, con los cuales se convirtió en la próxima sede de la Copa Mundial Femenina.
Los actuales anfitriones del mundial femenino hicieron una gran propuesta. Entre los cuales destaca la cantidad de estadios puestos a disposición para realizar el torneo, presentaron 13 estadios, de los cuales lo mínimo requerido son 8. Además de contar con el apoyo de otras disciplinas, el gobierno, los ciudadanos y claro la solvencia económica para poder solventar un torneo de esta magnitud.
Y tú ¿Lista para empezar a planificar tu viaje hacia el otro lado del mundo?
