6 world-famous chefs, the serie.
Antes que nada, mira esto para que sepas de lo que hablo. Es solamente el intro del documental de alta cocina que Netflix, bajo la batuta de David Gelb, ofrece.
Encontré el documental una tarde, después de haber regresado de una de las mejores vacaciones que he tenido hasta el día de hoy. Mi esposo reconoció al creador de la serie como el mismo que hizo esto, y me recomendó verlo de inmediato. Tengo que confesar que mis episodios favoritos son el segundo y el tercero, siendo el que protagoniza Francis Mallmann el mejor de todos, a mi parecer.
Cada episodio muestra los platillos más exuberantes y brillantes; realmente te inspiran a querer meterte en la cocina y no salir de ahí hasta haber logrado replicar algo de lo que acabas de ver en la serie. Dreams can come true (sooner or later).
El documental va atravesando matices conforme los protagonistas van narrando sus historias personales, y son ellos mismos los que terminan hablando más allá de sus propias cocinas. Como Dan Barber, por ejemplo, quien en su afán de querer tener alimentos de alta calidad lo llevó a crear una relación simbiótica con la granja familiar: empezó con vacas, y fue añadiendo animales conforme las necesidades se fueron haciendo evidentes. Lo mismo sucede en la vida de cualquier persona: con el fin de llegar a la meta, uno va realizando acciones que desencadenan reacciones y hacen que las cosas sucedan.
Magnus Nilsson es el último en aparecer, y demuestra que inclusive en los lugares más remotos y menos imaginado del planeta, la vida sucede. Lleva un restaurante sobrio de alta cocina, internacionalmente reconocido, en medio de un pueblo repleto de nieve en Suecia, en donde uno tiene la oportunidad de probar en una sola sentada alrededor de 30 platillos, por que así es como funciona el menú. Y porque Nilsson lo hace con toda la intención de que la gente pueda apreciar detalle a detalle cada bocado del plato.
Pero de todos, y como ya lo mencioné lineas arriba, mi episodio favorito es cuando el argentino Francis Mallmann aparece (el único chef de todo el documental que ya conocía desde acá). En sus últimos años ha llevado una vida casi nómada, recorriendo diferentes panoramas de Argentina, haciendo presencia en los restaurantes de los que es dueño, y escribiendo pequeñas poesías de los lugares que recorre. Sin duda es el más carismático de todos, y el único que no está definido por sus restaurantes, sino por su propia libertad.
Es así como el documental permite fluir las historias de cada uno, episodio tras episodio, entre nuestras propias historias. Desde los chefs que respetan de forma sagrada los alimentos con los que trabajan, a aquellos que encuentran la espiritualidad en sus recetas, y aquellos que no solamente dejan fluir el tiempo en sus restaurantes sino también en sus vidas.