5 de julio de 2018: La dependencia de Venezuela

Giuliana Ippoliti
fact.or
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3 min readJul 5, 2018

El cadáver de un niño reposa sobre una camilla negra. Su cuerpo está envuelto en sabanas azules, amarrado con cintas, solitario. Murió por desnutrición en Maracaibo, estado Zulia. En Venezuela son muchas las cosas que escasean, y las cifras oficiales sobre muertes de infantes no están exentas. La web informativa Runrun.es (que tiene una editorial contra gubernamental) ha informado que son, al menos, 169 niños los que han muerto por desnutrición entre 2017 y 2018.

El hambre acecha a la nación que hace más de 200 años, lideró la libertad en Sur América. La pobreza es la bandera del sistema totalitario que les ha quitado la independencia a los venezolanos.

Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela. Foto: CNN

¿Qué pasa cuándo un vil ser humano se hace pasar por tonto, por payaso?

Las políticas implementadas por Nicolás Maduro solo han creado dependencia. La escasez de alimentos es precariamente mermada con una caja que mensual o quincenalmente, provee de alimentos a las familias: pasta, granos, salsa de soja, leche, azúcar y poco más; esto a un precio que sí pueden pagar, y no. Porque, ¿cuánto vale el silencio?, ¿cuál es el valor de quedarte callado ante la humillación?

El día a día de los venezolanos parece girar en torno a sobrevivir. Hacen largas filas para comprar una barra de pan, se pasean horas recorriendo farmacias en busca de medicamentos, hacen magia para estirar el dinero, se van a sus casas antes de que anochezca, no sea que la delincuencia les robe lo poco que tienen, o todo. Y finalmente, lidian con altos indices de depresión y ansiedad. Esa es la “República” Bolivariana de Venezuela, un Estado Fallido. ¿Notan las comillas? una República implica, entre otros principios, la separación de poderes; cosa que no existe en Venezuela.

Se trata además de un Estado en el que, en ocasiones y según qué territorio, los delincuentes tienen más poder que el gobierno. Y, también, un gobierno acusado de tener relaciones directas con el narcotráfico. Solo por mencionar un caso, dos sobrinos de la Primera Dama, Cilia Flores, fueron condenados por tráfico de drogas en los Estados Unidos.

Dependencia es lo que abunda en la patria del tan mencionado por el gobierno, Simón Bolívar. Dependencia a la inflación (41.956%, según el cálculo de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos), y a las remesas que los migrantes y exiliados venezolanos le envían a sus familiares. Dependencia a aceptar o no ayuda internacional de la Organización Mundial de la Salud para tratar un cáncer, el VIH u otra enfermedad. Dependencia a la producción de petróleo y su precio en el mercado, a un aumento de salario, a las próximas elecciones, a la oposición y lo que decidan, a un milagro, a la esperanza.

La crisis humanitaria es conocida a nivel internacional; no obstante, los principios de la Organización de Naciones Unidas sobre la libre determinación de los pueblos y el derecho a la soberanía, parecen tener más poder que los principios democráticos y repúblicanos. O tal vez, la realización de elecciones viciadas es suficiente para proclamarle y hacer un poco más perpetua a la dependencia.

El 5 de julio de 1811, Venezuela se desligó de la monarquía española, firmando el Acta de Independencia y convirtiéndose en una República. El 5 de julio del 2018, Venezuela depende de una dictadura. Un sistema que comenzó a forjar Hugo Chávez bajo al nombre de socialismo del siglo XXI, y que con el tiempo lo fueron transformando en un vil, insensato y despiadado cuartel de destrucción.

Esto es lo que pasa cuando dejas a un país en manos de un payaso.

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Giuliana Ippoliti
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Soy periodista especializada en internacionales y contenido viral. Creo en la narrativa emocional. Co-fundadora de Fact.or