La infancia invisible de Caracas
Ángel — nombre ficticio por petición del protagonista de la historia — tiene trece años y está viviendo en la calle desde los nueve. Asegura que lo más complicado de pasar hambre son las noches; es entonces cuando siente que pierde el control de sus sentidos y se triplica la sensación de sed y de vacío en el estómago.
Por lo general, no duerme en toda la noche, aunque dice que logra conciliar algo de sueño en la madrugada y no se levanta antes de las once de la mañana. Todo para engañar a la mente y al cuerpo. Desayunar es casi imposible. A veces no come durante todo un día y necesita 24 horas de autocontrol, en ocasiones, más.
Cuando se levanta tiene sus pies descalzos, la ropa sucia, el pelo despeinado y así, sin una gota de agua o un gramo de alimento, sale del puente — cualquiera que sea éste — ya el lugar de descanso depende de dónde lo agarre la noche anterior. Las calles solitarias de una de las ciudades más peligrosa de América del Sur, son su hogar. Caracas en Venezuela, que además, tiene los índices de criminalidad más altos del mundo.
Su zona recurrente es Chacao, el municipio más pequeño de la capital; que aunque está concurrido, no le garantiza alimento alguno.
En ocasiones, se le ve en cualquier semáforo pidiendo dinero para comprar algo de comida, “para engañar al cuerpo”, como él dice.
Dos o tres veces a la semana, él y sus compañeros de calle realizan “reciclaje”. Esta práctica consiste en hurgar la basura de los restaurantes cercanos para conseguir algunos restos “aptos” de alimentos. Algunas veces lo que consiguen no está en buen estado, pero al menos es “algo” que, además, se reparten entre ellos.
No hay cifras oficiales en Venezuela que permitan determinar cuántos niños se encuentran viviendo en la calle.
En 1998, durante la toma de poder del difunto presidente, Hugo Chávez dijo: “no permitiré que en Venezuela haya un solo niño de la calle: si no, dejo de llamarme Hugo Chávez Frías” y 2009 el ex presidente aseguró que ya no habían niños sin hogar. Según él, cuando asumió el poder, estaban registrados 8 mil niños que vivían en la calle, pero una década después de su primera proclamación, ya había cumplido su promesa…o eso dijo.
La evidencia no puede hablar mejor. De hecho, algunas ONG como Cecodap, organización encargada de esta investigación desde hace muchos años, estima que solo en la capital, la cifra excede los 600 niños por Municipio.
La mayoría de estos infantes tienen casa y familiares. No obstante, todos comparten condiciones similares: han tenido que dejar sus escuelas y hogar, porque sus padres no tienen cómo mantenerlos y no están en la capacidad de proveerles ningún tipo de apoyo económico, afectivo o educativo.
Para el sistema, como ya lo hemos dicho, el problema fue resuelto hace años, y sin embargo…
De acuerdo con fuentes de las Naciones Unidas, actualmente existen en el mundo hasta 150 millones de niños viviendo en la calle.
Una historia para Fact.or/ Redacción y fotografía: Ro Hernandez / Edición: Ruth de la Rosa y Giuliana Ippoliti.
