Todo Mente

Al negar dos piezas del lenguaje nos negamos la oportunidad de usarlas para describir nuestra realidad… Cuerpo y Alma no forman parte de nuestra definición de Ser; la tensión creada por la concepción del Ser como meramente intelectual crea conflictos al encontrarnos con la experiencia diaria.

Moisés Arizpe Rojo
Filosofía Contemporánea

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Joaquín Soler describió alguna vez a Jorge Luis Borges como un ser todo mente, Borges, quien se encontraba a su lado inmediatamente juzgó de exagerada esta afirmación y con la humildad que le caracterizaba continuó la conversación. Ya decía Octavio Paz que existen dos palabras censuradas por la modernidad: Cuerpo y Alma. Creo que los juicios de Borges y Paz dialogan y arrojan una interesante conclusión, el hombre (post-) moderno vive en conflicto al querer concebirse como un ente puramente intelectual.

La ausencia de símbolos que proyecten ideas representa un obstáculo casi infranqueable para operarlas. Ya lo decía Orwell en 1984, sí desaparecen las palabras desaparecen las conversaciones que las refieren. Al negar dos piezas del lenguaje nos negamos la oportunidad de usarlas para describir nuestra realidad. En consecuencia, y tomando el comentario de Paz, Cuerpo y Alma no forman parte de nuestra definición de Ser.

En la época en donde fumar es de mal gusto y comer sano muestra de civilidad, siento estas dos normas como una pesada carga. Más qué como un culto al Cuerpo estoy convencido que es una negación del mismo. La previsión es la actividad racional por excelencia. ¿Por qué subordinar a ella todas nuestras acciones? Los griegos no veían en el hedonismo exclusivamente el placer intelectual. Cuidamos nuestro cuerpo con el único objetivo de postergar la defunción de nuestra mente.

La tensión creada por la concepción del Ser como meramente intelectual crea conflictos al encontrarnos con la experiencia diaria. Consideramos tan menor la experiencia de comer que necesitamos de una buena conversación para sobrellevarla. Enamorarnos de un reflejo es vergonzoso. Dormir -la pequeña muerte- diría algún francés, una necesidad traumática. No somos a pesar de nuestro Cuerpo, somos nuestro Cuerpo.

Bailan ellos, yo leo. Una mujer bella lo es por su inteligencia, el resto es superfluo. No. Esa mujer es bella porque su Cuerpo es bello y atrae al mío. Pudiese atraer también mi intelecto, pero esa es una valoración aparte. Como la lectura y el baile estos dos juicios deberían ser ponderados iguales por las «mœurs» de la sociedad. Somos tanto mente como cuerpo: no hay jerarquía en esta relación.

Como la vista a la luz, el Alma a la poesía. Nos negamos a aceptar su existencia, pero es la fuente de nuestra inspiración y el trueno de nuestra voluntad. El reduccionismo absurdo del mundo a un modelo operable por la lógica nos ha llevado a negar una parte de nuestra experiencia. ” La música no es más que una vibración en el aire” es una afirmación falaz juzgada como cierta por la ciencia y refutada en las salas de conciertos en todo el mundo. Aceptar la existencia de algo fuera del mundo físico es sinónimo de ignorancia.

En respuesta a Paz, he decidido incorporar a mi vocabulario estas dos nuevas palabras con todo y mayúsculas: Alma y Cuerpo. He decidido empezar a pensar en ello y cuestionar mis razonamientos. Te invito a hacer lo mismo.

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