¿Qué está pasando últimamente con mis inversiones?

Las carteras de Fintual tienen exposición a acciones, lo que las hace razonables para un plazo de inversión de un año o más. En particular, hoy las carteras tienen exposición a acciones de empresas globales listadas en Estados Unidos, las cuales desde octubre de este año han rentado mal, principalmente por miedos relacionados a la economía global, riesgos políticos y el alza de tasas de interés en Estados Unidos. No siendo una crisis económica, es un momento de turbulencia que se retroalimenta debido a los pocos días para finalizar el año. Son varios los argumentos para pensar que a principios del próximo año se deberían ver mejoras en los precios de estos activos.

Omar Larré
El blog de FINTUAL
6 min readDec 24, 2018

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Puedes ver cómo les ha ido a nuestros fondos en este link. Si quieres una explicación más detallada, puedes continuar leyendo la siguiente explicación en extenso.

En extenso…

Después de dos meses de mala rentabilidad (octubre y noviembre), en diciembre las acciones alrededor del mundo han acelerado su caída por diversas razones, de las cuales las principales tienen que ver con riesgos geopolíticos, tensiones asociadas a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, temor al menor crecimiento global, y las alzas de tasas de interés y ajustes de balance de la Reserva Federal de Estado Unidos (Fed).

Mientras las variaciones de octubre y noviembre estaban bastante dentro de “lo normal” con respecto a variaciones de precios de activos accionarios, y eran parte de los movimientos de precios “saludables” que hacen que los mercados funcionen correctamente, este mes se ha vuelto algo más revuelto y merece una explicación.

¿Qué tan revuelto ha sido este mes?

Por ejemplo, y como puedes ver en este artículo de Bloomberg, este mes ha sido el peor para el S&P 500 (índice de activos accionarios en USA) en casi una década. De hecho, es el peor diciembre desde el año 1931 (periodo de la Gran Depresión). Este índice ya ha caído más de 20% desde sus niveles más altos este fin de año.

Un muy mal diciembre sin duda.

Fuente: Bloomberg.

Ya, pero ¿esto está pasando en todo el mundo?

Sí, este año en particular ha sido bastante malos para acciones en Estados Unidos, Europa, China, Japón, y en general el mundo completo, como lo puedes ver en la tabla que muestra el desempeño de varios índices globales:

Desempeño de las últimas trece semanas y desde principio de año para varios índices globales. Fuente: Morningstar, valores al 24 de diciembre de 2018.

¿Y qué tal la bolsa en Chile?

Las acciones en Chile también han andado mal este año. EL IPSA en Chile (índice S&P/CLX IPSA CLP TR), incluso contando los dividendos, ha rentado -9.59% desde inicio del 2018 a la fecha (24/12/2018).

IPSA este año. Fuente: Bloomberg.

Chuta… ¿y alguna baja que no sea tan terrible?

Sí, el precio del petróleo también ha bajado fuertemente, y eso al menos se debería reflejar en bajas de precios de la bencina.

Algo es algo.

Precio del barril de petróleo WTI últimos 6 meses. Fuente: Bloomberg.

¿Esto es lo peor que ha pasado desde la crisis financiera del 2008?

Sí, es una de las peores bajas desde la crisis del 2008.

¿Eso significa que estamos en una crisis como la del 2008?

No.

De hecho, Estados Unidos, donde partió la crisis el año 2008, está teniendo un crecimiento (de alrededor de 3,4% en el tercer trimestre de 2018) y un nivel de empleo bastante saludable (3,7% de desempleo en noviembre de 2018), teniendo una inflación totalmente controlada.

Entonces, ¿cuál es el problema?

El mercado se está adaptando al menor estímulo económico por parte de la Fed y otros bancos centrales del mundo, que durante muchos años luego de la crisis financiera mantuvieron las tasas de interés bajas y aumentaron significativamente sus balances (la Fed, por ejemplo, compró activos financieros –como bonos– a su nombre).

Mantener las tasas bajas permitía que tanto empresas como personas pudieran endeudarse más fácilmente, y junto a las compras de activos financieros (aumento de balance), hizo que hubiesen muchos “dólares dando vuelta” disponibles para facilitar el empuje de una economía deprimida, lo que se denomina aumento de liquidez.

Por mucho tiempo, la Fed fue “amiga del mercado”, ayudando a estabilizar los precios de modo que no existan demasiados espacios de dudas, ni pesimismo, ni turbulencia, no al menos hasta que todo estuviera mejor en la economía. Esto se transmitía a la economía real mejorando los niveles de consumo personal, contratación en empresas, etc.

Sin embargo, en algún momento la Fed tenía que dejar de “llevar de la mano” al mercado, es decir, comenzar a quitar el estímulo monetario. Esto efectivamente lo ha hecho de forma pausada desde hace unos años, tratando de no levantar alarmas.

Ahora que los fundamentos de los precios de las empresas están buenos, con mayor razón hay que soltar este estímulo. Para ello, la Fed debe de seguir reduciendo el balance y subiendo las tasas de interés. Sin embargo, Jerome “Jay” Powell, el presidente actual de la Fed (nombrado por Trump), ha sido algo más heterodoxo en su forma de actuar, comunicando poco interés en lo que pase al mercado en cada una de sus conferencias.

Jay Powell con actitud de “meeeehh”.

Y así fue como en la conferencia de prensa asociada a la reunión de la Fed del 19 de diciembre pasado, cada vez que Jay respondía de forma displicente a las preguntas, el mercado de acciones se iba abajo. Hasta que llegó el comentario que tumbó a las acciones en Estados Unidos y luego, en efecto en cadena, al resto del mundo desarrollado:

“The balance sheet is on auto pilot, we don’t see balance sheet runoff as creating problems”.

Algo así como “estamos vendiendo activos del balance en piloto automático y no vemos que eso este creando problemas”. Y todo se fue a piso, continuando de forma más acelerada las caídas de las últimas semanas. Al mercado no le pareció bien tanta indiferencia, o en otras palabras, la Fed falló en comunicar de forma apropiada al mercado, al mismo tiempo de olvidar que, pese a que Estados Unidos está creciendo, no se pueden quitar de la mesa opciones de herramientas de política monetaria en un mundo que vive mayores incertezas comparado a hace un año atrás: las expectativas de crecimiento del resto del mundo están bajando, y cada vez hay más desacuerdos entre China y Estados Unidos.

Fuente: datos desde Yahoo Finance.

¿Y qué podemos rescatar de todo esto?

Lo feo: El mercado global está cayendo, empresas buenas, empresas malas, todo, estando en medio de una espiral donde el miedo domina el mercado a sólo pocos días de finalizar el año. Nadie se atreve a tomar los riesgos, devaluando los activos riesgosos como las acciones con sólo pocos volúmenes de compras y ventas. Y eso es muy deprimente.

Una fuerte alza del índice VIX (Chicago Board Options Exchange SPX Volatility Index, asociado a la volatilidad implícita de opciones sobre el S&P500) refleja un nivel alto de “miedo” en el mercado. Los niveles actuales (hoy en 36.07) se encuentra en la parte alta de los últimos 10 años. Fuente: Cboe Options Exchange.

Lo malo: Si los encargados de las políticas internas económicas y las políticas monetarias de los países desarrollados no toman medidas a tiempo, esto sí puede provocar un daño mayor.

Lo bueno: Un ajuste de los precios de esta magnitud iba a pasar en algún momento, y el hecho de que suceda antes entrega mayores herramientas a los encargados de las políticas económicas y monetarias para arreglar un problema que podría ser mucho más grande más adelante, generando realmente una crisis global económica. Por otro lado, aumenta el valor y sustentabilidad a las empresas que sortean esta turbulencia: después de esta gran corrección, los precios fundamentales de las acciones están en niveles más que razonables, lo que podría ayudar a un buen 2019.

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Omar Larré
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Co founder of @fintual, portfolio manager, mathematician. I live in CDMX/Santiago. Areas of interest: finance, chemistry, physics, energy and desalination.