Mentira

En el averno del pozo infinito del éxito, en ese concepto errado que manejan los hombres, allí me encuentro, rodeado de vida, de ideas, de moscas, de envidias, de lisonjas, de halagos y cualquier otra clase de alimañas.

— Solo —

Soy todo cuanto el ego de un hombre puede querer, soy sensación de vida, divertido, productivo, payaso, serio productor de muy eficaces productos producidos por la mecánica de la inteligencia.

— Fraude —

Sin vida pues, se me pasan los días esperando el retorno de algún beso, de esos que despiertan el alma y embrutecen al hombre… todo esta jodido si te sigo viendo en cada esquina, ¡todo carajo!. No entiendo porqué no me alcanzan las palabras para odiarte.

— Miedo —

Y así, Sin nada más que un par de amigos a cuestas y uno que otro par de principios morales sigo por caminos paganos, rayando la herejia, destruido entre blasfemias siempre sin perder la fe.

— Pecado —

Y sin darme cuenta se me alarga el poema, se convierte en un monto de párrafos, en tinta barata sobre cuadernos baratos para mentes baratas. Yo sé que esta vaina no la leen los que escriben.

— Basura —

Luego termino, viendo el final cursi, al mejor estilo de una novela de auto ayuda, observo, como siempre, que en todo lo que creo queda la tragedia que me heredo tu culpa, así se me termina el camino.

Solo. Fraude. Miedo. Pecado. Basura… — Mentira —

Hender E. Ruiz Z. — 27/07/2014