Una vez más, la maternidad y el cuerpo de las mujeres son tema de discusión en la mesa del senado: Florida busca prohibir el aborto después de la sexta semana.
Por: Helen Acevedo, Lorena Cespedes, Carlos Ortiz, y Lorena Stanford
A tan solo un año de que se firmase en Florida la ley que permitiría la interrupción del embarazo hasta las 15 semanas de gestación, la legislatura del estado del sol, ahora ha votado a favor de que se prohíba el aborto después de la sexta semana y muy pronto la ley llegaría a la oficina del gobernador DeSantis.
El aborto se ha practicado legalmente en Florida desde finales del siglo 19. La corte suprema del estado ha reconocido el derecho a abortar en su constitución bajo el Artículo 1, sección 23. Sin embargo, en los últimos años, la legislación del estado ha presentado diferentes proyectos para prohibir el aborto después de cierta cantidad de semanas. De hecho, hace tan solo un año, se aprobó la última ley de aborto en Florida, la cual permitía la interrupción del embarazo hasta las 15 semanas de gestación, sin excepciones por incesto o abuso. Según datos de Florida Agency for Health Care Administration, estos fueron el número de abortos practicados en cada condado del estado bajo esta última ley.
Ahora bien, la nueva ley, que busca prohibir el aborto después de las seis semanas, y el uso de fondos estatales para que las personas viajen a otros estados a abortar. Adicionalmente, incluye excepciones solo bajo las causales de abuso sexual, incesto, malformación del feto, o riesgo para la vida de la madre. Para ser elegible y justificarse bajo alguna de las tres causales, la gestante deberá proveer documentos de prueba.
Sin embargo, de acuerdo con cifras proporcionadas por el CDC, y la opinión de los expertos, la mayoría de abortos practicados por elección se han realizado después de las 6 semanas de gestación, y es que, durante las primeras 6 semanas de embarazo, muy pocas mujeres llegan a descubrir que, de hecho, están embarazadas.
“La mayoría de mujeres notan el retraso o ausencia de su periodo después de la sexta semana y no llegan a presentar síntomas del embarazo a partir de la octava semana, por lo cual, es complejo descubrir un embarazo, sea este deseado o no, antes de ese periodo de tiempo”, indicó Francy Soto, médico y director de South Florida Urgent Care.
La nueva ley de aborto en Florida tendría un impacto significativo tanto en las cifras de maternidad como en las mujeres que logren acceder a servicios de aborto legal y dentro del estado. Pero para entender todas las repercusiones de esta nueva ley, es importante entender no solo el contexto actual, sino el contexto de las mujeres que deciden interrumpir el embarazo.
Uno de los factores determinantes en la interrupción del embarazo es la edad de la gestante. Según el CDC, la mayoría de abortos realizan en mujeres de entre 17 y 24 años y después de las 6 semanas de embarazo.
“En el 2022 descubrí mi embarazo cuando tenía 13 semanas, y decidí interrumpir el embarazo porque no tengo las capacidades económicas de sostener un niño en buenas condiciones de vida.” Comentó una fuente que prefirió permanecer anónima, “En ese entonces, la ley actual me permitió abortar de forma segura, creo que la nueva ley solo traerá repercusiones negativas”.
Además de la edad, la situación económica, o alguna de las causales que amparan la nueva ley, uno de los factores determinantes, y que parece ser ignorado por quienes controlan el asunto políticamente, es si la gestante desea o no ser madre, y es que, de acuerdo con las estadísticas, un 40% de las mujeres que se ha practicado un aborto no han tenido hijos previamente.
La modificación de la ley impacta directamente en mujeres de todas las etnias, estratos y contextos sociales. Pero representa un impacto desproporcionado en las mujeres de bajos ingresos y de color, o víctimas de cualquier discriminación sistemática, quienes pueden enfrentar barreras adicionales para acceder a los servicios de atención médica. Estas comunidades a menudo enfrentan mayores niveles de pobreza, lo que puede dificultar el viaje a una clínica especializada.
Con menos opciones legales disponibles, algunas mujeres pueden recurrir a abortos autoinducidos o buscar proveedores no regulados, desencadenando así innumerables procedimientos hechos en la clandestinidad sin supervisión profesional, poniendo en riesgo la vida de las mujeres.
