Transformación digital en la industria portuaria

Integrar una grúa no es plug&play

Diego Cano
Flux IT Thoughts
Published in
3 min readAug 25, 2017

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Es sabido que la economía de tiempo y espacio en una terminal portuaria es un aspecto crítico a maximizar. La normativa internacional Safety of Life at Sea (SOLAS), con el objetivo de reducir accidentes marítimos, establece que todo contenedor debe ser pesado y verificado por la terminal, lo cual introduce un paso obligatorio en el proceso de gestión de la terminal que causa importantes demoras operativas. Cada contenedor debe ser tomado en el origen, depositado en la balanza, levantado nuevamente, y depositado en el destino.

En línea con la tendencia de automatización de terminales portuarias, la empresa Kalmar comercializa una solución llamada SmartWeight ™ que incorpora una balanza en grúas RTG. De esta manera, en el transcurso del mismo movimiento de transporte del contenedor desde origen a destino (por ejemplo desde una pila de contenedores a un camión), la grúa automáticamente toma el peso del contenedor, sin necesidad de movimientos adicionales y exclusivamente dedicados a esta medición. Tan pronto toma el peso, la grúa lo envía mediante una conexión wireless al destino que se haya configurado previamente, que por lo general es el TOS (Terminal Operating System) de la terminal.

Técnicamente, el componente intermedio que conecta la RTG con el TOS es un socket, un componente de software que define una entrada y una salida, y se utiliza para conectar transparentemente dos partes que pueden ser muy disímiles en naturaleza y tecnología. En este caso, recibe como entrada el peso de la grúa y a través de su salida lo envía al TOS. A esto suele llamársele “integración” entre la RTG y el TOS; y es justamente aquí en donde se subestima el alcance de esta tarea.

Operativamente, la “integración” necesita incorporar ciertos aspectos que superan ampliamente a la concepción limitada y meramente técnica del término. De hecho, será necesario modificar los procesos operativos para la gestión automática de lo que antes se realizaba de forma manual. Justamente, un operador posee, accede y gestiona información siguiendo un conjunto de criterios, reglas y excepciones que en un contexto automatizado habrá que modelar vía software en términos operativos. El trabajo no es poco, y aquí se aprecia el verdadero alcance del término “integración”.

La “integración” necesita incorporar ciertos aspectos que superan ampliamente a la concepción limitada y meramente técnica del término.

A partir de lo descrito hasta aquí, queda claro que es necesaria una fuerte interacción entre el personal IT y el personal de operaciones. Uno de los pilares de la Ingeniería de Requerimientos establece que la solución no la posee el programador informático ni el cliente, sino que surge del enlace entre ambos. Cada uno posee conocimiento que la otra parte no, y es fundamental que se genere ese enlace para que de allí derive la solución. La integración de grúas y TOS no es ajena a este hecho.

Por último, esta interacción es también necesaria para la definición y ejecución de pruebas previas a la instalación de las grúas, puesto que es físicamente costoso e innecesario probar todos los escenarios operativos mediante movimientos de RTGs reales. Debido a esto, resulta necesario contar con un simulador de software que permita adelantar estas pruebas operativas, de forma tal de reducir el tiempo de instalación y pruebas físicas finales de las grúas.

Antes de integrar una grúa deben integrarse las personas. No se trata de una cuestión meramente técnica: integrar una grúa no es plug&play.

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