Liberación y proteccionismo

Algunas reflexiones en torno a la edición 2017 del Congreso Latinoamericano de Puertos.

Matias Urbieta
Flux IT Thoughts

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La decimoctava edición del evento organizado por AAPA, en la ciudad de Punta del Este, convocó a miembros de los operadores portuarios públicos y privados más importantes de Latino América. El tópico del encuentro se basó en dos conceptos muy sensibles en la economía de América : globalización y proteccionismo. Esta nota no pretende reemplazar los muchos y buenos resúmenes publicados en medios especializados, sino más bien enumerar algunos de los puntos que me resultaron más sobresalientes.

La ciudad de Punta del Este fue sede del XXVI Congreso Latinoamericano de Puertos, convocado por la Asociación Americana de Autoridades Portuarias y la Administración Nacional de Puertos de Uruguay.

Sobre el marco global

Durante las presentaciones se destacaron los mayores desafíos locales para la industria de logística portuaria en las próximas décadas, contextualizando el debate. En primer lugar, economías emergentes como China e India se van a consolidar como bloques, e incluso opacarán a las principales potencias económicos como EEUU, Alemania, Japón, o Canadá (miembros del G8). Esto no es algo nuevo: los indicadores lo vienen insinuando en los últimos años. Sin embargo es importante remarcar cómo este nuevo orden mundial podría impactar en la economía de Latam.

A partir de este “power-shift” se espera que, en los próximos años, la inversión de China en nuestra economía equipare a la de Estados Unidos. Además, el fortalecimiento de las clases medias de India y China implicará una demanda de recursos de nuestro mercado.

Por otro lado, la consolidación del Canal de Panamá ha dado rodaje a los nuevos buques Post-Panamax (más de 22.000 contenedores), lo que ha requerido inversiones importantes para que las terminales portuarias sean capaces de recibir a estos inmensos buques de 400 metros de largo por 50 de ancho, que de aquí en adelante concentrarán el transporte marítimo de carga.

Por último, la tendencia de concentración de servicios en sólo algunas alianzas (como M2, Ocean Three y G6), que monopolizan el mercado de proveedores no ha concluido, y su desenlace es incierto. Los servicios son prestados por grupos que pueden ser contados con los dedos de las manos. Este monopolio se está expandiendo a las terminales portuarias, donde los mismos grupos se están convirtiendo en accionistas de aquellas con las que trabajan.

Sobre la región

Retomando el tópico del evento, lo primero que me pasó por la cabeza al pensar en esta dicotomía de “globalización vs proteccionismo” fue el hecho de que los ríos y mares han sido desde siempre una restricción natural a la comunicación de las personas y su integración. Sin embargo el hombre ha sido capaz de convertir esta limitación en una oportunidad para el desarrollo no sólo comercial sino, en un sentido más amplio, de la humanidad. Por esta razón, coincidiendo con la opinión general de los oradores, me es natural pensar que la apertura es el camino para el desarrollo y que el proteccionismo debe ser aplicado con mucha cautela para que no sea contraproducente a la economía regional (como sucede, por ejemplo, con Venezuela).

Está claro de que la posición frente al proteccionismo depende de la casa, ya que las realidades socio-culturales varían.

En mi opinión el equilibrio en la balanza comercial de un país es necesario para el sano desarrollo del mismo; y en consecuencia, para poder tener una mayor apertura, entiendo que es necesario desarrollar la economía productiva. Por esta razón, uno de los temas que más llamó mi atención en el evento fue la presentación de Ricardo Sánchez, quien destacó los resultados de un estudio acerca del dragado de la hidrovía Paraná-Paraguay-Del Plata y el impacto que esto implica en la producción agrícola. La investigación mostró que el dragado de 1 pie adicional en toda la vía navegable provocaría una expansión de la producción agrícola del 6% o de U$1895 millones por año. Recordemos que el Estado argentino aplica una retención del 35% por ganancias sobre las exportaciones, que podría ser utilizado para financiar el mantenimiento de la hidrovía.

La tecnología como soporte a la operatoria de las terminales, y en particular la tecnología de información, no fueron tópicos centrales del congreso, pero existieron algunas contribuciones interesantes al respecto. Tal es el caso del gerente de SAAM, quien presentó al auditorio las garantías explícitas que las terminales STI brindan a los conductores de camiones. El grupo apuesta a la calidad del servicio resarciendo económicamente a los conductores cuando sus visitas a la terminal superan la hora de espera, abonando hasta USD 65 cuando se alcanzan las 3 horas.

Es importante remarcar que la gestión e inteligencia aplicada a esta medida implica la existencia de una solución informática integral entre el TOS y un sistema de citas (Booking System) para dar seguimiento a los KPIs relacionados. Esta medida contrasta con la políticas aplicadas en otros países, como por ejemplo Argentina, donde se penaliza al conductor por visitas extensas a la terminal (estacionamiento por aproximadamente USD 90 ), en lugar de promover visitas cortas en base a un contexto favorable para los transportistas.

Quisiera recomendar puntualmente este evento por el enfoque hacia temas que involucran a los países que conforman el Mercosur, manteniendo a la vez una visión global de la industria portuaria.

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